11 de noviembre de 2011

Jueves de la 32ª semana del Tiempo Ordinario. Ciclo A


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Ecli 45, 30
El Señor hizo con él una alianza de paz y lo constituyó jefe, confiriéndole para siempre la dignidad sacerdotal.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que no permites que las fuerzas del mal prevalezcan sobre la Iglesia, edifica sobre la sólida piedra de los apóstoles; por la intercesión del Papa san León, concédele permanecer fiel a tu verdad y gozar siempre de la paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Sab 7, 22—8, 1
Lectura del libro de la Sabiduría.
En la Sabiduría hay un espíritu inteligente, santo, único, multiforme, sutil, ágil, perspicaz, sin mancha, diáfano, inalterable, amante del bien, agudo, libre, bienhechor, amigo de los hombres, firme, seguro, sereno, que todo lo puede, lo observa todo y penetra en todos los espíritus: en los inteligentes, los puros y hasta los más sutiles. La Sabiduría es más ágil que cualquier movimiento; a causa de su pureza, lo atraviesa y penetra todo. Ella es exhalación del poder de Dios, una emanación pura de la gloria del Todopoderoso: por eso, nada manchado puede alcanzarla. Ella es el resplandor de la luz eterna, un espejo sin mancha de la actividad de Dios y una imagen de su bondad. Aunque es una sola, lo puede todo; permaneciendo en sí misma, renueva el universo; de generación en generación, entra en las almas santas, para hacer amigos de Dios y profetas. Porque Dios ama únicamente a los que conviven con la Sabiduría. Ella, en efecto, es más radiante que el sol y supera a todas las constelaciones; es más luminosa que la misma luz, ya que la luz cede su lugar a la noche, pero contra la Sabiduría no prevalece el mal. Ella despliega su fuerza de un extremo hasta el otro, y todo lo administra de la mejor manera.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Vale la pena detenerse y meditar cada una de las características del espíritu de sabiduría y pedirle a Dios que infunda esa virtud en nosotros. Es la sabiduría la que nos da el espíritu de profecía y nos hace amigos de Dios.
SALMO Sal 118, 89-91. 130. 135. 175
R. ¡Tu palabra, Señor, permanece para siempre!
Tu palabra, Señor, permanece para siempre, está firme en el cielo. Tu verdad permanece por todas las generaciones; tú afirmaste la tierra y ella subsiste.
Todo subsiste hasta hoy conforme a tus decretos, porque todas las cosas te están sometidas. La explicación de tu palabra ilumina y da inteligencia al ignorante.
Que brille sobre mí la luz de tu rostro, y enséñame tus preceptos. Que yo viva y pueda alabarte, y que tú justicia venga en mi ayuda.
ALELUYA Jn 15, 5
Aleluya. «Yo soy la vid, ustedes los sarmientos. El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto», dice el Señor.Aleluya.
EVANGELIO Lc 17, 20-25
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo llegará el Reino de Dios. Él les respondió: El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’. Porque el Reino de Dios está entre ustedes. Jesús dijo después a sus discípulos: Vendrá el tiempo en que ustedes desearán ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: ‘Está aquí’ o ‘Está allí’, pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día. Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Encontramos en este relato dos enseñanzas: una sobre el Reino y otra sobre el día del Hijo del hombre. El Reino viene sin dejarse sentir y está ya en medio de nosotros; es como la levadura en la masa, está actuando calladamente y transformando desde dentro. Por otro lado, el “día del Hijo del hombre” alude a la manifestación final de Jesucristo que puede llegar en cualquier momento, de manera inesperada como un relámpago.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Por estas ofrendas que te presentamos, te rogamos, Señor, que ilumines a tu Iglesia, para que en todo el mundo se acreciente tu rebaño y sus pastores, conducidos por ti, sean de tu agrado. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Mt 16, 16-18
Pedro dijo a Jesús: tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo. Jesús le respondió: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te pedimos, Padre, que gobiernes con bondad a tu Iglesia alimentada en esta mesa santa, para que, dirigida por tu mano poderosa, crezca en libertad y persevere firme en la integridad de la fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.