Galilea: vista desde el monte de las Bienaventuranzas |
ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118, 137.124
Tú eres justo, Señor, y tus juicios son rectos; trátame conforme a tu bondad.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que nos has redimido para hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre, para que cuantos hemos creído en Cristo alcancemos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Col 3, 1-11
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas.
Hermanos: Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cristo en Dios. Guando se manifieste Cristo, que es la esperanza de ustedes, entonces ustedes también aparecerán con Él, llenos de gloria. Por lo tanto, hagan morir en sus miembros todo lo que es terrenal: la lujuria, la impureza, la pasión desordenada, los malos deseos y también la avaricia, que es una forma de idolatría. Estas cosas provocan la ira de Dios sobre los desobedientes. Ustedes mismos se comportaban así en otro tiempo, viviendo desordenadamente. Pero ahora es necesario que acaben con la ira, el rencor, la maldad, las injurias y las conversaciones groseras. Tampoco se engañen los unos a los otros. Porque ustedes se despojaron del hombre viejo y de sus obras y se revistieron del hombre nuevo, aquél que avanza hacia el conocimiento perfecto, renovándose constantemente según la imagen de su Creador. Por eso, ya no hay pagano ni judío, circunciso ni incircunciso, bárbaro ni extranjero, esclavo ni hombre libre, sino sólo Cristo, que es todo y está en todos.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo pasa del dicho al hecho. Si hemos resucitado con Cristo, no podemos quedar mirando las cosas de este mundo. Hay que terminar con la ira y la maldad, y las divisiones entre credos, naciones y tipo de personas. Jesucristo nos ha devuelto la fraternidad universal.
SALMO SAL 144 2-3. 10-13
R. ¡El Señor es bueno con todos!
Señor, día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar. ¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable! R.
Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder. R.
Así manifestarán a los hombres tu fuerza y el glorioso esplendor de tu reino: tu reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre. R.
ALELUYA Lc 6, 23
Aleluya. «Alégrense y llénense de gozo, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo!,dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Lc 6,20-26
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús, fijando la mirada en sus discípulos, dijo: ¡Felices ustedes, los pobres, porque el Reino de Dios les pertenece! ¡Felices ustedes, los que ahora tienen hambre, porque serán saciados! ¡Felices ustedes, los que ahora lloran, porque reirán! ¡Felices ustedes, cuando los hombres los odien, los excluyan, los insulten y proscriban el nombre de ustedes, considerándolos infames a causa del Hijo del hombre! ¡Alégrense y llénense de gozo en ese día, porque la recompensa de ustedes será grande en el cielo! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los profetas! Pero ¡ay de ustedes los ricos, porque ya tienen su consuelo! ¡Ay de ustedes, los que ahora están satisfechos, porque tendrán hambre! ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen, porque conocerán la aflicción y las lágrimas! ¡Ay de ustedes cuando todos los elogien! ¡De la misma manera los padres de ellos trataban a los falsos profetas!
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Y luego de la selección de los Apóstoles, Jesús bajó con los Doce a la realidad diaria. Ya en el llano, se encuentra con más de sus discípulos y mucha otra gente. Y mirando fijamente a sus discípulos, les dijo “Felices ustedes” si cargan con su propia cruz. Sí la cruz de la alegría aunque seamos insultados, se pase hambre, seamos odiados o tengamos que llorar. “Contento, Señor contento”, repetía nuestro San Alberto Hurtado.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, fuente del amor sincero y de la paz, concédenos glorificar tu nombre con estas ofrendas que te presentamos; y por la participación en la eucaristía ayúdanos a vivir unidos en un sólo corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 41, 2-3
Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro, que alimentas y vivificas a tus fieles con tu palabra y con los sacramentos del cielo, concédenos aprovechar de tal manera estos dones de tu Hijo amado que merezcamos participar siempre de su vida divina. El que vive y reina por los siglos de los siglos.