ANTÍFONA DE ENTRADA Mt 28, 19-20
Dice el Señor: “Vayan y hagan que todas las naciones sean mis discípulos, bautizándolas y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado”.
Se dice Gloria a Dios.
ORACIÓN COLECTA
Dios, que por tu inexpresable misericordia te dignaste elegir a san Mateo para convertirlo de recaudador de impuestos en un apóstol; concede que, sostenidos por su intercesión y ejemplo, te sigamos y permanezcamos firmemente unidos a ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Ef 4, 1-7. 11-13
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.
Hermanos: Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una manera digna de la vocación que han recibido. Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor. Traten de conservar la unidad del Espíritu, mediante el vínculo de la paz. Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos. Sin embargo, cada uno de nosotros ha recibido su propio don, en la medida en que Cristo los ha distribuido. Él comunicó a unos el don de ser apóstoles, a otros profetas, a otros predicadores del evangelio, a otros pastores o maestros. Así organizó a los santos para la obra del ministerio, en orden a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto y a la madurez que corresponde a la plenitud de Cristo.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
En este breve relato el apóstol Pablo presenta la Iglesia como un cuerpo constituido por la pluralidad carismática, en el cual cada miembro debe trabajar en la construcción de ese único cuerpo de acuerdo a la vocación recibida, y el referente de unidad que usa es que “el Señor, nuestro Dios, es solamente uno”.
SALMO Sal 18, 2-5
R. Resuena su eco por toda la tierra.
El cielo proclama la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos: un día transmite al otro este mensaje y las noches se van dando la noticia.
R. Resuena su eco por toda la tierra.
Sin hablar, sin pronunciar palabras, sin que se escuche su voz, resuena su eco por toda la tierra, y su lenguaje, hasta los confines del mundo.
R. Resuena su eco por toda la tierra.
ALELUYA
Aleluya. A ti, Dios, te alabamos y cantamos; a ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles. Aleluya.
EVANGELIO Mt 9, 9-13
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús, al pasar, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado a la mesa de recaudación de impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió. Mientras Jesús estaba comiendo en la casa, acudieron muchos publicanos y pecadores, y se sentaron a comer con él y sus discípulos. Al ver esto, los fariseos dijeron a los discípulos: “¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?”. Jesús, que había oído, respondió: “No son los sanos los que tienen necesidad del médico, sino los enfermos. Vayan y aprendan qué significa: “Prefiero la misericordia al sacrificio”. Porque yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El llamado que Jesús hace a Mateo es muy significativo, por ser éste un recaudador de impuestos, o publicano que está al servicio de Roma, demostrando así que la vocación es también una forma de sanación. Para Mateo seguir a Jesús es darle un sentido nuevo a su vida, y al saberse perdonado acoge a todos en su casa, para que sus hermanos experimenten la misma acogida del Padre que él ha recibido del Hijo.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, en esta fiesta de san Mateo, te presentamos nuestras oraciones y ofrendas, y te pedimos humildemente que mires con bondad a tu Iglesia, cuya fe alimentaste con la predicación de los apóstoles. Por Jesucristo nuestro Señor.
PREFACIO DE LOS APÓSTOLES
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 9, 13
Dice el Señor: “No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, partícipes del gozo salvífico que experimentó san Mateo cuando recibió en su casa como comensal al Salvador, te pedimos que nos restaures siempre con el alimento de aquél que no vino a salvar a los justos, sino a los pecadores. Que vive y reina por los siglos de los siglos.