ANTÍFONA DE ENTRADA
Alegrémonos todos en el Señor al celebrar este día de fiesta en honor de los santos mártires; los ángeles se alegran de esta solemnidad y alaban unidos al Hijo de Dios.
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, tú eres el creador y salvador de todos los hombres y que en Corea, llamaste admirablemente a la fe católica a un pueblo de adopción que acrecentaste por la gloriosa profesión de fe de los santos mártires Andrés, Pablo y sus compañeros. Concédenos, por su ejemplo e intercesión, perseverar también nosotros hasta la muerte en el cumplimiento de tus mandatos. Por nuestro Señor Jesucristo.
LECTURA Esd 6, 7-8. 12. 14-20
Lectura del libro de Esdras.
Darío, rey de los persas, escribió a los gobernadores de la región que está al otro lado del río Eufrates: «Dejen trabajar en esa Casa de Dios al comisionado de Judea y a los ancianos de los judíos. Que se reconstruya esa Casa de Dios en el mismo sitio. Estas son mis órdenes acerca de la conducta que ustedes deben observar frente a los ancianos de los judíos, para la reconstrucción de esa Casa de Dios: los gastos que ellos hagan serán pagados totalmente y sin interrupción de los fondos reales, utilizando los impuestos percibidos en la región del otro lado del Eufrates. Yo, Darío, he promulgado este decreto. Que sea cumplido estrictamente». Los ancianos de los judíos llevaron adelante la obra, bajo el impulso del profeta Ageo y de Zacarías, hijo de Idó. Así terminaron la construcción, conforme a la orden del Dios de Israel y a los decretos de Ciro y Darío. La Casa fue concluida el día veintitrés del mes de Adar, en el sexto año del reinado de Darío. Todos los israelitas —los sacerdotes, los levitas, y el resto de los repatriados— celebraron alegremente la Dedicación de esta Casa de Dios. Para su Dedicación, ofrecieron cien novillos, doscientos carneros y cuatrocientos corderos. Además, ofrecieron doce chivos, según el número de tribus de Israel, como sacrificio por el pecado de todo el pueblo. Después establecieron a los sacerdotes según sus categorías y a los levitas según sus clases, para el servicio de Dios en Jerusalén, como está escrito en el libro de Moisés. Los repatriados celebraron la Pascua el día catorce del primer mes. Como todos los levitas se habían purificado, estaban puros e inmolaron la víctima pascual para todos los que habían vuelto del destierro, para sus hermanos los sacerdotes y para ellos mismos.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Después que el templo y la ciudad de Jerusalén fueron destruidos, los judíos pasaron cincuenta años desterrados en Babilonia. Las lecturas del libro de Esdras y de la profecía de Ageo que iremos leyendo esta semana, nos ubican en el regreso de ese exilio vivido en Babilonia. Se encuentran nuevamente en su tierra, bajo el dominio de los reyes persas Ciro y Darío. En este tiempo de reconstrucción en su propia tierra se fijan como una tarea fundamental volver a levantar en Jerusalén el templo para el Señor. Sin embargo, el Señor quiere habitar en cada hombre y en cada mujer como en un templo vivo.
SALMO Sal 121, 1-5
R. ¡Vamos con alegría a la Casa del Señor!
¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la Casa del Señor”! Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén. R.
Jerusalén, que fuiste construida como ciudad bien compacta y armoniosa. Allí suben las tribus, las tribus del Señor. R.
Según es norma en Israel para celebrar el Nombre del Señor. Porque allí está el trono de la justicia, el trono de la casa de David. R.
ALELUYA Lc 11, 28
Aleluya. Felices los que escuchan la Palabra de Dios y la practican. Aleluya.
EVANGELIO Lc 8, 19-21
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero no pudieron acercar- se a causa de la multitud. Entonces le anunciaron a Jesús: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren verte”. Pero él les respondió: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la practican”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
María y algunos parientes cercanos de Jesús no pueden llegar hasta él porque no logran romper la barrera que lo rodea. Desearían verlo, hablarle, estar con él, pero no pueden. Alguien hace llegar al Maestro el deseo de sus familiares y recibe una respuesta inesperada y tajante: “Mi madre y mis hermanos son todos los que escuchan la palabra de Dios y la practican”. El ser hermanos de Jesús no nos asegura ningún puesto cerca de él, sino que nos compromete a vivir cumpliendo la palabra de Dios Padre.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios todopoderoso, mira con benevolencia las ofrendas de tu pueblo y concédenos, por la intercesión de los santos mártires de Corea, convertirnos en un sacrificio agradable a ti, para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Mt 10, 32
Al que me reconozca abiertamente ante los hombres, yo lo reconoceré, ante mi Padre que está en el cielo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el pan de los fuertes, en la celebración de los santos mártires de Corea, te pedimos, humildemente, Señor, que, unidos firmemente a Cristo, trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos. Por Jesucristo, nuestro Señor.