ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 85,3.5
Ten piedad de mí, Señor, porque te invoco todo el día. Tú, Señor, eres bueno e indulgente, rico en misericordia con aquellos que te invocan.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso, de quien procede todo bien perfecto, infunde en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que, haciendo más religiosa nuestra vida, acrecientes en nosotros lo que es bueno y lo conserves constantemente. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Col 1, 9-14
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Golosas.
Hermanos: Oramos y pedimos sin cesar por ustedes, para que Dios les haga conocer perfectamente su voluntad, y les dé con abundancia la sabiduría y el sentido de las cosas espirituales. Así podrán comportarse de una manera digna del Señor, agradándolo en todo, fructificando en toda clase de obras buenas y progresando en el conocimiento de Dios. Fortalecidos plenamente con el poder de su gloria, adquirirán una verdadera firmeza y constancia de ánimo, y darán gracias con alegría al Padre, que nos ha hecho dignos de participar de la herencia luminosa de los santos. Porque Él nos libró del poder de las tinieblas y nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy querido, en quien tenemos la redención y el perdón de los pecados.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Pablo ora por la comunidad de Colosas para que sus integrantes conozcan lo que Dios quiere de ellos. Y desea que queden allí las bases necesarias para que cumpla con su misión y ésta perdure en el tiempo.
SALMO Sal 97,2-6
R. ¡El Señor manifestó su victoria!
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
Canten al Señor con el arpa y al son de instrumentos musicales; con clarines y sonidos de trompeta aclamen al Señor, que es Rey. R.
ALELUYA Mt 4, 19
Aleluya. “Síganme, yYo los haré pescadores de hombres”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Lc 5, 1-11
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
En una oportunidad, la multitud se amontonaba alrededor de Jesús para escuchar la Palabra de Dios, y él estaba de pie a la orilla del lago de Genesaret. Desde allí vio dos barcas junto a la orilla del lago; los pescadores habían bajado y estaban limpiando las redes. Jesús subió a una de las barcas, que era de Simón, y le pidió que se apartara un poco de la orilla; después se sentó, y enseñaba a la multitud desde la barca. Cuando terminó de hablar, dijo a Simón: “Navega mar adentro, y echen las redes”. Simón le respondió: “Maestro, hemos trabajado la noche entera y no hemos sacado nada, pero si Tú lo dices, echaré las redes”. Así lo hicieron, y sacaron tal cantidad de peces, que las redes estaban a punto de romperse. Entonces hicieron señas a los compañeros de la otra barca para que fueran a ayudarlos. Ellos acudieron, y llenaron tanto las dos barcas, que casi se hundían. Al ver esto, Simón Pedro se echó a los pies de Jesús y le dijo: “Aléjate de mí, Señor, porque soy un pecador”. El temor se había apoderado de él y de los que lo acompañaban, por la cantidad de peces que habían recogido; y lo mismo les pasaba a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: “No temas, de ahora en adelante serás pescador de hombres”. Ellos atracaron las barcas a la orilla y, abandonándolo todo, lo siguieron.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Hasta aquí en Lucas, nos encontramos con un Jesús más bien solitario, anunciando el Reino de Dios. Por su parte, crecía el número de personas interesadas en su mensaje. En este aprieto se encuentra con Simón Pedro, con su barca y sus compañeros. Antes de pedirles una mano, Jesús les ayuda para que tengan los pescados para el día. En este espíritu de colaboración invita a Pedro a sumarse a él y al proyecto del Reino.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Dios nuestro, que esta ofrenda sagrada nos alcance tu bendición salvadora y se cumpla en nosotros lo que celebramos en esta liturgia. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 30, 20
Qué grande es tu bondad, Señor. Tú la reservas para tus fieles.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Saciados con el pan de la mesa celestial, te suplicamos, Padre, que este alimento de nuestra caridad nos fortalezca y nos impulse a servirte en los hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.