5 de agosto de 2011

Viernes de la 19ª semana del Tiempo Ordinario Ciclo A



Dedicación de la Basílica de Santa María
Según una leyenda, un matrimonio rico, cristiano y romano, Patricio y su esposa, celebraban 20 años de casados, y no tenían hijos. En la circunstancia declararon heredera a la Virgen María. Y ella, en el caluroso mes de agosto, les manifestó: “Vayan al Monte Esquilmo, y donde vean nieve, me levantarán un templo. Es lo que pido como heredera de sus bienes”. De ahí la advocación de “Nuestra Señora de las Nieves”. Fue la primera iglesia de Roma dedicada a la Virgen María. Es la Iglesia más bella de Roma y su campanario el más alto.


Primer viernes de mes.


ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr Sal 69,2.6
Líbrame, Dios mío. Señor, ven pronto a socorrerme. Tú eres mi ayuda y mi libertador; no tardes, Señor
ORACIÓN COLECTA
Derrama, Padre, tu misericordia sobre tu pueblo suplicante, y ya que nos gloriamos de tenerte por Creador y Señor, renueva en nosotros tu gracia y consérvala en tu bondad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Deut 4,32-40
Lectura del libro del Deuteronomio.
Moisés habló al pueblo diciendo: Pregúntale al tiempo pasado, a los días que se han precedido desde que el Señor creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez algo tan admirable o se oyó una cosa semejante. ¿Qué pueblo oyó la voz de Dios que hablaba desde el fuego, como la oíste tú, y pudo sobre vivir? ¿O qué Dios intentó venir a tomar para sí una nación de en medio de otra, con milagros, signos y prodigios, combatiendo con mano poderosa y brazo fuerte, y realizando tremendas hazañas, como el Señor, tu Dios, lo hizo por ustedes en Egipto, delante de tus mismos ojos? A ti se te hicieron ver todas estas cosas, para que sepas que el Señor es Dios, y que no hay otro Dios fuera de El. El te hizo oír su voz desde el cielo para instruirte; en la tierra te mostró su gran fuego, y desde ese fuego tú escuchaste sus palabras. Por amor a tus padres, y porque eligió a la descendencia que nacería de ellos, el Señor te hizo salir de Egipto con su presencia y su gran poder; desposeyó a naciones más numerosas y fuertes que tú; te introdujo en sus territorios y te los dio como herencia, hasta el día de hoy. Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios —allá arriba, en el cielo y aquí abajo, en la tierra— y no hay otro. Observa los preceptos y los mandamientos que hoy te prescribo. Así serás feliz, tú y tus hijos después de ti, y vivirás mucho tiempo en la tierra que el Señor, tu Dios, te da para siempre.
Palabra de Dios.

COMENTARIO
Moisés es el líder, a quien el Señor dio la misión de conducir al pueblo israelita hacia la tierra prometida. Moisés no puede acompañar a su pueblo en la entrada en la tierra prometida. Su acompañamiento será y no «hasta», ya que morirá antes. Moisés no es un nostálgico del pasado, pero sí piensa que debe ser refrescada la memoria del pueblo en apoyo de la confianza. Es Dios quien se ha elegido un pueblo y a éste corresponde fidelidad a esa predilección. Meditando sobre la historia de su pueblo, el autor descubre un único e idéntico Dios, detrás de los acontecimientos del pasado. Un Dios único asegura la continuidad de la historia hacia su «consumación».


SALMO Sal 76, 12-16. 21
R. ¡Recuerdo las proezas del Señor!
Yo recuerdo las proezas del Señor, sí, recuerdo sus prodigios de otro tiempo; evoco todas sus acciones, medito en todas sus hazañas. R.
Tus caminos son santos, Señor. ¿Hay otro dios grande como nuestro Dios? Tú eres el Dios que hace maravillas, y revelaste tu poder entre las naciones. R.
Con tu brazo redimiste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. Tú guiaste a tu pueblo como a un rebaño, por medio de Moisés y de Aarón. R.
ALELUYA Mt 5,10
Aleluya. Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Aleluya.
EVANGELIO Mt 16, 24-28
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos: “El que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida a causa de mí, la encontrará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?  ¿Y qué podrá dar el hombre a cambio de su vida? Porque el Hijo del hombre vendrá en la gloria de su Padre, rodeado de sus ángeles, y entonces pagará a cada uno de acuerdo con sus obras. Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de ver al Hijo del hombre, cuando venga en su Reino”,
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Después de la profesión de fe de Pedro se da un episodio desconcertante. El Maestro anuncia la subida a Jerusalén y su muerte en la cruz. El Mesías de Dios, el Hijo del Dios vivo viene a salvar, y el instrumento elegido es la cruz. Este signo será, en adelante el distintivo y contraseña de los suyos, locura para unos, escándalo para otros y sabiduría de Dios para los elegidos (1 Cor 1, 23-24). La cruz es una exigencia del evangelio. En la predicación del Maestro y en la ascética cristiana es esencial e indispensable. Por eso, más que de amor a la cruz debe hablarse de amor al Crucificado.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica los dones que te presentamos, Señor, y, al aceptar este sacrificio espiritual, conviértenos en ofrenda eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sab 16,20
Nos diste, Señor, el pan del cielo, que tiene un sabor incomparable; satisface todos los gustos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Acompaña y protege siempre, Señor, a quienes has renovado con este don celestial, y ya que nos reconfortas constantemente concédenos participar de la redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Autor: Pedro Sergio Antonio Donoso Brant ocds

Nota: Para la Liturgia de la Palabra, utilizo “Liturgia Cotidiana” de Ediciones San Pablo,