La Transfiguración del Señor
La Transfiguración es un ‘anticipo de la gloria que Cristo gozará en la casa del Padre, hacia donde se encamina a través de la muerte, de la resurrección y de la ascensión. El cuerpo de Jesús brilla con el esplendor que tendrá una vez resucitado y glorificado, y él quiere hacer testigos de esta experiencia a los tres discípulos preferidos, para fortalecerlos en la fe en su divinidad ante la dura prueba de la pasión y de la muerte. El recuerdo de la Transfiguración dio también fortaleza a Jesús en la agonía del huerto, en la subida al calvario yen la cruz. Esta experiencia de Jesús es para nosotros una enseñanza: ante el sufrimiento, la agonía y la muerte, la fortaleza nos vendrá de la esperanza segura en la resurrección. La voz del Padre: “Este es mi Ho predilecto; escúchenlo”, preanuncia la adopción filial divina de quienes, escuchando y siguiendo al Hijo de Dios, se hacen hermanos suyos para compartir su resurrección y su gloria eterna. “Donde Yo estoy, quiero que estén estos también”, declara Jesús al Padre La Transfiguración confirma la confesión de Pedro: «Tú eres el Cristo, Hijo del Dios vivo”, y anuncia la segunda venida gloriosa de Jesús: “El Hijo del hombre vendrá en la gloria del Padre” El coloquio entre Jesús, Elías y Moisés versa sobre su pasión, muerte y resurrección.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. MI 17,5
En una nube luminosa se apareció el Espíritu Santo, se oyó la voz del Padre: Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección, escúchenlo.
Se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que en la transfiguración gloriosa de tu Hijo unigénito confirmaste los misterios de la fe con el testimonio de los profetas y prefiguraste admirablemente la perfecta adopción como hijos tuyos, concédenos que, escuchando la voz de tu Hijo amado, merezcamos ser coherederos suyos. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Dn 7, 9-10. 13-14
Lectura de la profecía de Daniel.
Daniel continuó el relato de sus visiones, diciendo: “Yo estuve mirando hasta que fueron colocados unos tronos y un Anciano e sentó. Su vestidura era blanca como la nieve y los cabellos de su cabeza como la lana pura; su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente. Un río de fuego brotaba y corría delante de Él. Miles de millares lo servían, y centenares de miles estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y fueron abiertos unos libros. Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; El avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta Él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido”.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La visión que se detalla tiene la misma significación que la de la estatua de Nabucodonosor. Se muestran simbolizados por bestias, los cuatro imperios que dominaron el país judío hasta el momento de la gran persecución. En los versículos 7 y 13, el Hijo del hombre representa el pueblo de Israel servidor de Dios.
SALMO Sal 96,1-2. 5-6. 9
R. El Señor reina, altísimo por encima de toda la tierra.
¡El Señor reina! Alégrese la tierra, regocíjense las islas incontables. Nubes y Tinieblas lo rodean, la Justicia y el Derecho son la base de su trono. R.
Las montañas se derriten como cera delante del Señor, qué es el dueño de toda la tierra. Los cielos proclaman su justicia y todos los pueblos contemplan su gloria. R.
Porque Tú, Señor, eres el Altísimo: estás por encima de toda la tierra, mucho más alto que todos los dioses. R.
SEGUNDA LECTURA 2 Ped 1, 16-19
Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pedro.
Queridos hermanos: No le hicimos conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo basados en fábulas ingeniosamente inventadas, sino como testigos oculares de su grandeza. En efecto, él recibió de Dios Padre el honor y la gloria, cuando la Gloria llena de majestad le dirigió esta palabra: “Este es mi Hijo querido, en quien tengo puesta mi predilección”. Nosotros oímos esta voz que venía del cielo, mientras estábamos con Él en la montaña santa. Así hemos visto confirmada la palabra de los profetas, y ustedes hacen bien en prestar atención a ella, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro hasta que despunte el día y aparezca el lucero de la mañana en sus corazones.
Palabra del señor.
COMENTARIO
La fe no se fundamenta en razones y teorías. Creemos en lo que los apóstoles vieron y en las palabras de los profetas. La última frase dice claramente lo que encontramos en la Biblia: todo en ella, se dijo de parte de Dios y toda obra del Espíritu Santo no dictó lo libros, ni hizo revelaciones a las autores, sólo los movió a escribir (los inspiró).
ALELUYA Mt 17,5
Aleluya. Éste es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo. Aleluya.
EVANGELIO Mt 17, 1-9
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús tomó a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y los llevó aparte a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos: su rostro resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz. De pronto se les aparecieron Moisés y Elías, hablando con Jesús. Pedro dijo a Jesús: “Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Todavía estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y se oyó una voz que decía desde la nube: “Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección: escúchenlo”. Al oír esto, los discípulos cayeron con el rostro en tierra, llenos de temor. Jesús se acercó a ellos y, tocándolos, les dijo: “Levántense, no tengan miedo”. Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús solo. Mientras bajaban del monte, Jesús les ordenó: “No hablen a nadie de esta visión, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El decorado de la Transfiguración es el mismo del Sinaí. Mateo quiere persuadir a sus lectores judíos de que Jesús es verdaderamente un nuevo Moisés (Cfr. Ex 24, 16-18). Cristo es el legislador por excelencia, ya que él mismo ha pasado por la obediencia hasta la muerte. No se limita a imponer una ley, comienza por obedecer personalmente. Lleva la ley a su plenitud y despliega todas las exigencias de la fe, proclamando el mandamiento nuevo, al mismo tiempo, que procura a los hombres los medios interiores para cumplirla.
SE DICE CREDO
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Santifica, Señor, las ofrendas que te presentamos en la gloriosa transfiguración de tu Hijo único, y, por el resplandor de su luz, purifícanos de nuestros pecados. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
EL MISTERIO DE LA TRANSFIGURACIÓN
V. El Señor esté con ustedes.
R. Y con tu espíritu.
V. Levantemos el corazón.
R. Lo tenemos levantado hacia el Señor.
V. Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
R. Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darle gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque Él reveló su gloria ante los testigos que había elegido, y revistió su cuerpo, semejante al de todos los hombres, de un extraordinario esplendor, para apartar del corazón de sus discípulos el escándalo de la cruz, y manifestar que se cumpliría en la totalidad del cuerpo de la Iglesia lo que brilló admirablemente en él mismo, su cabeza.
Por eso, unidos a los ángeles en el cielo, cantamos en la tierra un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. 1 Jn 3,2
Cuando Cristo se manifieste, seremos semejantes a El, porque lo veremos tal cual es.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que los alimentos celestiales recibidos nos transformen en imagen de tu Hijo, cuyo esplendor quisiste manifestar en su gloriosa transfiguración. El que vive y reina por los siglos de los siglos.