25 de agosto de 2011

Jueves de la 21ª semana del Tiempo Ordinario Ciclo A.


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 85,1.3
Inclina tu oído, Señor, respóndeme; salva a tu servidor que en ti confía. Ten piedad de mí, Señor, que te invoco todo el día.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que unes a tus fieles en una sola voluntad; concédenos amar lo que mandas y esperar lo que prometes, para que, en la inestabilidad del mundo presente, nuestros corazones estén firmes donde se encuentra la alegría verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA 1 Tes 3, 7-13
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: A pesar de las angustias y contrariedades, nos sentimos reconfortados por ustedes, al comprobar su fe. Sí, ahora volvemos a vivir, sabiendo que ustedes permanecen firmes en el Señor.
¿Cómo podremos dar gracias a Dios por ustedes, por todo el gozo que nos hacen sentir en la presencia de nuestro Dios? Día y noche, le pedimos con insistencia que podamos verlos de nuevo personalmente, para completar lo que todavía falta a su fe. Que el mismo Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesucristo, nos allanen el camino para ir allí. Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes. Que él fortalezca sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el día de la venida del Señor Jesús con todos sus santos. Amén.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El Creador pide de sus criaturas un corazón siempre abierto para dar entrada a la gracia y dejarlo actuar a él. Sólo en esa disposición se evidencian los frutos de la gracia en obras de amor. Pablo se preocupa por el crecimiento de la caridad y de la fe en esta joven comunidad. Esto da lugar a una excelente definición de la santidad, lejos de verla como un estado estático adquirido una vez por todas, Pablo la considera como un lento crecimiento hecho de riesgos y de aventuras, de fracasos y de avances, de acciones para transformar el mundo y para reformarse a sí mismo en la esperanza de compartir la vida divina después de la manifestación del Señor
SALMO
SaI 89, 3-4. 12-14. 17
R. ¡Sácianos con tu amor, Señor, y cantaremos felices!
Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos». Porque mil años son ante tus ojos como el día de ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche. R.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría. ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo...? Ten compasión de tus servidores. R.
Sácianos en seguida con tu amor, y cantaremos felices toda nuestra vida. Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor; que el Señor, nuestro Dios, haga prosperar la obra de nuestras manos. R.
ALELUYA
Mt 24, 42. 44
Aleluya. Estén prevenidos, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada. Aleluya.
EVANGELIO Mt 24, 42-51
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús habló diciendo: “Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada. ¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno? Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si es un mal servidor que piensa: Mi señor tardará, y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos, su señor llegará el día y la hora menos pensada, y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Al asociar las parábolas del ladrón y del mayordomo, Mateo precisa, con sus matices necesarios, la actitud fundamental del cristiano, a igual distancia de un quietismo y de un humanismo puramente terrenal. El servicio del mayordomo es, en efecto, humanamente eficaz, pero debe ser realizado en dependencia del Dueño, cuya intervención es siempre imprevisible pero, al mismo tiempo, fecunda. Al llegar a este momento del año litúrgico se acumulan las parábolas de la vigilancia. En cualquier momento puede pararse el reloj de la vida. Por tanto, la vigilancia afecta por igual a servidores y servidos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que en el sacrificio único de Cristo, te has adquirido un pueblo de hijos, sé bondadoso con nosotros y concede a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Sal 103, 13.14.15
Señor, la tierra se sacia con el fruto de tus obras: el pan que sale de la tierra y el vino que alegra el corazón del hombre.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre nuestro, realiza plenamente en nosotros la obra de tu misericordia, y concédenos tu gracia para que podamos agradarte en todo. Por Jesucristo, nuestro Señor