Lecturas
Martes 12 de Julio del 2011
Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (2,1-15a):
En aquellos días, un hombre de la tribu de Leví se casó con una mujer de la misma tribu; ella concibió y dio a luz un niño. Viendo qué hermoso era, lo tuvo escondido tres meses. No pudiendo tenerlo escondido por más tiempo, tomó una cesta de mimbre, la embadurnó de barro y pez, colocó en ella a la criatura, y la depositó entre los juncos, junto a la orilla del Nilo. Una hermana del niño observaba a distancia para ver en qué paraba. La hija del Faraón bajó a bañarse en el Nilo, mientras sus criadas la seguían por la orilla. Al descubrir la cesta entre los juncos, mandó a la criada a recogerla. La abrió, miró dentro, y encontró un niño llorando.
Conmovida, comentó: «Es un niño de los hebreos.»
Entonces, la hermana del niño dijo a la hija del Faraón: «¿Quieres que vaya a buscarle una nodriza hebrea que críe al niño?»
Respondió la hija del Faraón: «Anda.»
La muchacha fue y llamó a la madre del niño.
La hija del Faraón le dijo: «Llévate al niño y críamelo, y yo te pagaré.»
La mujer tomó al niño y lo crió.
Cuando creció el muchacho, se lo llevó a la hija del Faraón, que lo adoptó como hijo y lo llamó Moisés, diciendo: «Lo he sacado del agua.»
Pasaron los años, Moisés creció, fue adonde estaban sus hermanos, y los encontró transportando cargas. Y vio cómo un egipcio maltrataba a un hebreo, uno de sus hermanos. Miró a un lado y a otro, y, viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena.
Al día siguiente, salió y encontró a dos hebreos riñendo, y dijo al culpable: «¿Por qué golpeas a tu compañero?»
Él le contestó: «¿Quién te ha nombrado jefe y juez nuestro? ¿Es que pretendes matarme como mataste al egipcio?»
Moisés se asustó pensando: «La cosa se ha sabido.» Cuando el Faraón se enteró del hecho, buscó a Moisés para darle muerte; pero Moisés huyó del Faraón y se refugió en el país de Madián.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 68,3.14.30-31.33-34
R/. Humildes, buscad al Señor,
y revivirá vuestro corazón
Me estoy hundiendo en un cieno profundo
y no puedo hacer pie;
he entrado en la hondura del agua,
me arrastra la corriente. R/.
Pero mi oración se dirige a ti, Dios mío,
el día de tu favor;
que me escuche tu gran bondad,
que tu fidelidad me ayude. R/.
Yo soy un pobre malherido;
Dios mío, tu salvación me levante.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias. R/.
Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,20-24):
En aquel tiempo, se puso Jesús a recriminar a las ciudades donde había hecho casi todos sus milagros, porque no se habían convertido: «¡Ay de ti, Corozaín, ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, cubiertas de sayal y ceniza. Os digo que el día del juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. Y tú, Cafarnaún, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al infierno. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que en ti, habría durado hasta hoy. Os digo que el día del juicio le será más llevadero a Sodoma que a ti.»
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio
Fernando González
En el cuadro de la opresión del pueblo, surge un elemento de luz: el nacimiento de Moisés, su salvación de las aguas del Nilo por parte de la hija del Faraón. Viene después un proceso educativo en la corte y la experiencia traumática del asesinato de un egipcio que estaba maltratando a un hebreo.
El libro del Éxodo, mediante estos rasgos, nos presenta lo que le va a suceder al pueblo. De igual modo que Moisés fue salvado de las aguas, el pueblo se verá a salvo del Mar Rojo. El relato termina con la huida de Moisés a Madián, perseguido por un faraón irritado.
¿Cómo podemos acercarnos hoy a una historia como esta? Según un estudio realizado por una agencia norteamericana de publicidad, Moisés es (por encima de Jesús, que ocupa el segundo puesto), el personaje que más ha influido en la historia de la humanidad. (Conviene añadir que la agencia está controlada por judíos).
Hay un elemento del relato que me llama la atención: Moisés fue adonde estaban sus hermanos, y los encontró transportando cargas. Este contacto con la realidad sufriente, que en Jesús provoca compasión (Se compadeció de ellos porque andaban como ovejas sin pastor), a Moisés le produce una indignación ética que lo lleva a la violencia: Miró a un lado y a otro, y viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo enterró en la arena.
Hay dos preguntas que podemos hacernos hoy:
- ¿Nos acercamos a nuestros hermanos sufrientes o preferimos quedarnos en la tranquilidad de nuestra “corte”?
- Ante el sufrimiento de la gente, ¿reaccionamos con indignación o violencia o nos compadecemos como Jesús?
Vuestro hermano en la fe
Fernando González
Liturgia Viva
VIENDO SIGNOS. CONVERSIÓN
(Año I. Ex 2:1-15ª; Mt 11:20-24)
Introducción
Año I. Moisés, de niño recién nacido, tuvo que ser salvado de las aguas para que pudiera compartir la misma experiencia que su pueblo, cuando más tarde habría de ser salvado y liberado precisamente pasando a través de las aguas en el mar Rojo.
Evangelio. Los pobres y los oprimidos están con frecuencia más abiertos a la salvación que muchos auto-satisfechos y sofisticados habitantes de la ciudad; éstos últimos son frecuentemente en la Biblia la imagen de la gente racionalista y corrompida, también entre los judíos. Ya que son más individualistas, no logran formar fácilmente una comunidad de salvación. En el barullo y bullicio de una vida demasiado ajetreada, no pueden percibir los signos de la presencia de Dios.
Colecta
Señor Dios nuestro: Con mucha frecuencia somos ciegos e insensibles a las maravillas que tú haces entre nosotros y al amor que nuestros hermanos nos muestran. Abre nuestras mentes y corazones para poder percibir los signos de tu presencia en el bien que tantos hermanos nos hacen a nosotros mismos y a los demás. Danos la gracia de poder percibir también la presencia de nuestro Señor crucificado en los afligidos y en los que sufren. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Intenciones
- Por los hombres y mujeres que tienen empleos bajos, denigrantes y deprimentes, para que sepamos respetarlos y apreciarlos.Roguemos al Señor.
- Por todos los bautizados en las salvadoras aguas del bautismo, para que permanezcamos fieles a nuestras promesas y compromisos bautismales.Roguemos al Señor.
- Por todos los que ven las obras buenas realizadas por creyentes cristianos, para que puedan descubrir a través de ellas a Jesús, el Señor, y acogerle en su corazón.Roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro: Que ese pan y vino que ahora te presentamos sean para nosotros claros signos de cómo tú te haces cercano a nosotros en Jesucristo, tu Hijo. Danos una fe bien aguda para descubrir el amor que constantemente nos muestras en él y para responderle a él con ilusión, con acciones de compasión y servicio en favor de los que tienen necesidad de nosotros. Concédenoslo por Cristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro: Nosotros merecemos ciertamente las duras palabras que Jesús nos dirigió hoy para impulsarnos en el camino de conversión. Danos la gracia de aceptar esas palabras, motivadas sin duda por su profunda preocupación por aquellos que él ama. Concédenos una actitud abierta que nos permita percatarnos de cómo tú cuidas de nosotros y cómo estás cerca de nosotros en la vida de cada día. Ayúdanos a responder propiamente a tu cuidado cariñoso, por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Arrepintámonos. Quizás pensemos que esas duras palabras del Señor no van con nosotros. Si somos de mente abierta, seguramente notaremos que hay muchas cosas en nosotros que no nos gustan y que desearíamos cambiar. La suma perfección no es característica de este nuestro mundo. Que Dios todopoderoso nos bendiga, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.