10 de mayo de 2013

Viernes de la 6ª semana de Pascua. Ciclo C.



Santos: Antonino de Florencia, obispo; y Juan de Ávila, presbítero. Beato Enrique Rebusquini, presbítero. Feria (Blanco)

NI SE ACUERDA DEL APURO
Hch 18,9-18; Jn 16,20-23
Apropiándose de la analogía del parto, el Señor Jesús interpreta las diferentes etapas por las que atraviesa la misión cristiana. El anuncio de la buena nueva de Jesús suscitaba reacciones divergentes. Unos la acogían de buena fe, sobre todo entre las personas de corazón bien dispuesto, mientras que otros, se mantenían fieles a sus antiguas convicciones creyentes. Prueba de lo anterior es el relato de la misión cristiana en Corinto. En el "estira y afloja" que vivían los misioneros cristianos era inevitable enfrentar hostilidad y angustia. De esa hora adversa y sombría los discípulos de Jesús salían airosos no solamente por su buena voluntad y fortaleza interior, sino sobre todo, porque contaban con la fuerza y el auxilio del Espíritu de Dios. Así se los había prometido su Señor, asegurándoles la oportuna respuesta del Padre en los momentos de prueba y aflicción. Pablo, Silas y Aquila así lo vivieron en su primera comparecencia en Corinto.

ANTÍFONA DE ENTRADA Apoc 5, 9-10
Nos has redimido, Señor, por medio de tu sangre, de todas las familias, lenguas, pueblos y naciones, y has hecho de nosotros un reino sacerdotal para nuestro Dios. Aleluya.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, escucha nuestras súplicas, para que la predicación del Evangelio extienda por todo el mundo la salvación prometida por tu Hijo, y todos los hombres alcancen la plenitud de la adopción filial, que él anunció dando testimonio de la verdad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos
LECTURA Hech 18, 9-18
Lectura de los Hechos de los apóstoles.
Una noche, el Señor dijo a Pablo en una visión: “No temas. Sigue predicando y no te calles. Yo estoy contigo. Nadie pondrá la mano sobre ti para dañarte, porque en esta ciudad hay un pueblo numeroso que me está reservado”. Pablo se radicó allí un año y medio, enseñando la Palabra de Dios. Durante el gobierno del procónsul Galión en Acaya, los judíos se confabularon contra Pablo y lo condujeron ante el tribunal, diciendo: “Este hombre induce a la gente a que adore a Dios de una manera contraria a la Ley”. Pablo estaba por hablar, cuando Galión dijo a los judíos: “Si se tratara de algún crimen o de algún delito grave, sería razonable que los atendiera. Pero tratándose de discusiones sobre palabras y nombres, y sobre la Ley judía, el asunto les concierne a ustedes; yo no quiero ser juez en estas cosas”. Y los hizo salir del tribunal. Entonces todos se apoderaron de Sóstenes, el jefe de la sinagoga, y lo golpearon ante el tribunal. Pero a Galión todo esto lo tuvo sin cuidado. Pablo permaneció todavía un cierto tiempo en Corinto. Después se despidió de sus hermanos y se embarcó hacia Siria en compañía de Priscila y de Aquila. En Cencreas, a raíz de un voto que había hecho, se hizo cortar el cabello.
Palabra de Dios.
COMENTARIO: 
Pablo ha recibido una misión: predicar el Evangelio. Dios por su parte le promete que nadie le hará daño. Dar testimonio del Evangelio implica en ocasiones dificultades, sin embargo, Dios es siempre fiel a sus promesas.
SALMO Sal 46, 2-7
R. ¡El Señor es el Rey de toda la tierra!
O bien: Aleluya.
Aplaudan, todos los pueblos, aclamen al Señor con gritos de alegría;  porque el Señor, el Altísimo, es temible, es el soberano de toda la tierra. R.
Él puso a los pueblos bajo nuestro yugo, y a las naciones bajo nuestros pies; él eligió para nosotros una herencia, que es el orgullo de Jacob, su predilecto. R.
El Señor asciende entre aclamaciones, asciende al sonido de trompetas. Canten, canten a nuestro Dios, canten, canten a nuestro Rey. R.
ALELUYA Cfr. Lc 24, 46. 26
Aleluya. El Mesías debía sufrir, y resucitar de entre los muertos, para entrar en su gloria. Aleluya.
EVANGELIO Jn 16, 20-23
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A la hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: “Les aseguro que ustedes van a llorar y se van a lamentar; el mundo, en cambio, se alegrará. Ustedes estarán tristes, pero esa tristeza se convertirá en gozo. La mujer, cuando va a dar a luz, siente angustia porque le llegó la hora; pero cuando nace el niño, se olvida de su dolor, por la alegría que siente al ver que ha venido un hombre al mundo. También ustedes ahora están tristes, pero yo los volveré a ver, y tendrán una alegría que nadie les podrá quitar. Aquel día no me harán más preguntas”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO: 
Mientras el mundo estará contento, los discípulos estarán con un agudo dolor, semejante a los del trabajo de parto. Es un dolor que parece superior a las fuerzas humanas. Sin embargo, la promesa de Jesús es superior a cualquier dolor, cuando lo volvamos a ver tendremos una alegría que nadie nos podrá quitar nunca.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor Dios, recibe con misericordia la ofrenda de tu familia, para que bajo tu protección no pierda los dones recibidos y alcance los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE COMUNIÓN Rom 4, 25
El Señor Jesús fue entregado por nuestros pecados y resucitado para nuestra justificación. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, protege siempre con amor de Padre al pueblo que has salvado por la pasión de tu Hijo, y se alegra con su resurrección. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.