28 de abril de 2013

V DOMINGO DE PASCUA. Ciclo.C



Santos: Pedro Chanel, protomártir Marista; Luis María Grignon de Montfort, fundador. Beatos Luquesio y Buonadonna de Poggibonsi, laicos.(Blanco)

IGUAL QUE YO LOS HE AMADO
Hch 14,21-27; Ap 21,1-5; Jn 13,31-33. 34-35
Jesús sabe que su partida de este mundo es inminente. Su oferta de vida será menospreciada por los dirigentes de Israel que lo condenarán a muerte. La ausencia de Jesús no deberá sembrar el desaliento entre los discípulos. Al contrario, tendrán que acreditar con la vivencia del amor fraterno vivido intensa y eficazmente, que Jesús está vivo. Las comunidades cristianas surgían de manera modesta en numerosas ciudades, despertando con frecuencia el rechazo de sus conciudadanos. La vida cristiana despertaba consuelo y amor mutuo entre los recién convertidos. Las relaciones al interior de la comunidad cristiana eran satisfactorias y estimulantes. Sin embargo, de cara a la sociedad tenían que enfrentar rechazos e incomprensiones. Toda esa situación de prueba –como expone el Apocalipsis—llegaría a su fin. Terminaría el tiempo de la prueba y como una novia a punto de desposarse, la comunidad de los fieles se convertiría en morada de Dios.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 97, 1-2)
Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas y todos los pueblos han presenciado su victoria. Aleluya.

ORACIÓN COLECTA
Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre y haz que cuantos creemos en Cristo obtengamos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA
Contaban a la comunidad cristiana lo que había hecho Dios por medio de ellos.

Del libro de los Hechos de los Apóstoles: 14, 21-27

En aquellos días, volvieron Pablo y Bernabé a Listra, Iconio y Antioquía, y ahí animaban a los discípulos y los exhortaban a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. En cada comunidad designaban presbíteros, y con oraciones y ayunos los encomendaban al Señor, en quien habían creído.

Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia; predicaron en Perge y llegaron a Atalía. De ahí se embarcaron para Antioquía, de donde habían salido, con la gracia de Dios, para la misión que acababan de cumplir.

Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que había hecho Dios por medio de ellos y cómo les había abierto a los paganos las puertas de la fe.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Comentario:
El Impacto de la Vida Cotidiana

El comienzo de la Pascua es una noticia explosiva, conmovedora, capaz de remecer el universo: "Cristo ha resucitado. ¡Él vive!" Esta certeza embriagante se parece a una declaración de amor, cuando el corazón que se había achicado por la incertidumbre de pronto se siente con derecho de expandirse con el gozo. Y lo mismo que en una declaración de amor existe un poco el riesgo de dejarse llevar por esa embriaguez y suponer que las dificultades simplemente se han esfumado y que de repente todo será sencillo, expedito y feliz.

Sigamos la comparación. Los días pasan y las mismas personas que hace poco sentían que se reventaban de gozo descubren que no pocas asperezas y trabajos están todavía por delante. Por decir algo, el hecho de que se amen puede hacer llevadero que haya que pagar impuestos, pero los impuestos siguen siendo algo tal vez enojoso de preparar y de pagar.

Algo parecido nos cuenta con hermosa pedagogía el libro de los Hechos de los Apóstoles, como se ve bien en la primera lectura de hoy. Es verdad que Jesús vive. Es verdad que su vida nos da vida y fuerza y gozo. Pero también es verdad que "hay que pasar mucho para entrar en el reino de Dios." Vivir la Pascua, entonces, no es vivir de ilusiones. No es imaginar un mundo rosado o un jardín de delicias, sino comprender que aunque esta tierra sigue siendo tierra de sembradío, la cosecha está asegurada y el amor, un amor cierto y firme como la victoria de Cristo, habrá de apresurarla.




Del salmo 144 R/. Bendeciré al Señor eternamente. Aleluya.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R/.

Que te alaben, Señor, todas tus obras y que todos tus fieles te bendigan. Que proclamen la gloria de tu reino y den a conocer tus maravillas. R/.
Que muestren a los hombres tus proezas, el esplendor y la gloria de tu reino. Tu reino, Señor, es para siempre, y tu imperio, por todas las generaciones. R/.


Dios les enjugará todas sus lágrimas.

Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 21, 1-5

Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía.

También vi que descendía del cielo, desde donde está Dios, la ciudad santa, la nueva Jerusalén, engalanada como una novia, que va a desposarse con su prometido. Oí una gran voz, que venía del cielo, que decía:

"Ésta es la morada de Dios con los hombres; vivirá con ellos como su Dios y ellos serán su pueblo. Dios les enjugará todas sus lágrimas y ya no habrá muerte ni duelo, ni penas ni llantos, porque ya todo lo antiguo terminó". 
Entonces el que estaba sentado en el trono, dijo: "Ahora yo voy a hacer nuevas todas las cosas". 

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Comentario:
La Mirada Fija en la Meta

Y sin embargo, así como hay que ser "realistas," es preciso vivir en la saludable y bella tensión de la esperanza. Las realidades y dificultades de cada día nos pueden ir desgastando, como también sucede a las parejas y familias que sienten que su amor se desgasta y anquilosa con la rutina. Por eso es necesario saber levantar la mirada de cuando en cuando para recordar hacia dónde va el camino y para sonreír con las caricias que nuestro Padre Dios sabe darnos incluso mientras vamos caminando.

Una de esas caricias es el libro del Apocalipsis. Mucha gente lo ve sólo como un libro "terrible," como una colección de cuadros surreales que cautivan y marean la vista. En realidad, el Apocalipsis es el gran Manifiesto de la Esperanza Cristiana. Es un canto colmado de certeza. Es una poesía que se eleva de en medio de la rutina que asfixia o la persecución que paraliza. A ver, ¿quién no se pone en movimiento para ir hacia esa mansión de la que no se nos habla en la segunda lectura: Ésta es la morada de Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo, y Dios estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado?

Caminar en la esperanza no es caminar en la irrealidad. Caminar en la amargura no es caminar en la realidad. Lo real tiene su arista de dolor pero tiene también su música propia, la que le dio Cristo muriendo en realidad para, en realidad, resucitar.



ACLAMACIÓN (Jn 13, 34) R/. Aleluya, aleluya.

Les doy un mandamiento nuevo, dice el Señor, que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. R/.


Un mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros.

Del santo Evangelio según san Juan: 13, 31-33.34-35

Cuando Judas salió del cenáculo, Jesús dijo: "Ahora ha sido glorificado el Hijo del hombre y Dios ha sido glorificado en Él. Si Dios ha sido glorificado en Él, también Dios lo glorificará en sí mismo y pronto lo glorificará.

Hijitos, todavía estaré un poco con ustedes. Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado; y por este amor reconocerán todos que ustedes son mis discípulos".

Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Comentario:

El Amor es lo más parecido a la presencia de Cristo

A medida que se acerca la fiesta de la Ascensión y van avanzando con prisa estos días del tiempo pascual es inevitable preguntarnos por la presencia de nuestro Amado, nuestro Señor Jesús. El primer día de la Pascua, la Magdalena corrió a buscarlo, y en esa prisa de amor estábamos todos representados porque a todos nos hace falta Él, pues sólo Él es Maestro del Amor que no muere.

El evangelio de hoy nos recuerda que ese amor de Él es tan visible como Él mismo. Escuchemos de nuevo: "Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros." La partida de Cristo y el mandamiento del amor están relacionados. Uno no puede amar como Cristo sin Cristo, y por ese el que ama como Cristo es presencia de Cristo.


no se pone en movimiento para ir hacia esa mansión de la que no se nos habla en la segunda lectura: Ésta es la morada de Dios con los hombres: acampará entre ellos. Ellos serán su pueblo, y Dios estará con ellos y será su Dios. Enjugará las lágrimas de sus ojos. Ya no habrá muerte, ni luto, ni llanto, ni dolor. Porque el primer mundo ha pasado?



Caminar en la esperanza no es caminar en la irrealidad. Caminar en la amargura no es caminar en la realidad. Lo real tiene su arista de dolor pero tiene también su música propia, la que le dio Cristo muriendo en realidad para, en realidad, resucitar.


Credo

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos a Jesús resucitado, vida y esperanza para la humanidad entera.

Después de cada petición diremos: Jesús resucitado, escúchanos y aumenta nuestra fe.

Por todos los cristianos. Que sepamos amarnos unos a otros como Jesús nos ha amado. Oremos.
Por los niños y niñas que se preparan para recibir por primera vez la Eucaristía. Que conozcan y amen a Jesús cada día más. Oremos.
Por los trabajadores y el mundo del trabajo. Que en la actual situación de crisis los responsables económicos y políticos hagan lo necesario para que toda persona pueda vivir dignamente. Oremos.
Por todos nosotros. Que la Pascua de Jesucristo nos llene de profunda alegría y seamos, de palabra y de obra, testigos de su resurrección. Oremos.




Escucha, Jesús resucitado, nuestra oración, y danos tu Espíritu Santo. Tú que vives y reinas...


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, que por medio de estos dones que vas a convertir en el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, nos haces participar de tu misma vida divina, concédenos que nuestra conducta ponga de manifiesto las verdades que nos has revelado. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Pascua.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 15, 1. 5)
Yo soy la vid verdadera y ustedes los sarmientos, dice el Señor; si permanecen en mí y yo en ustedes darán fruto abundante. Aleluya.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana, para poder vivir como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.



UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- El apóstol san Pablo se despide de los discípulos y responsables de las iglesias recién fundadas, exhortándoles a mantenerse firmes, en el entendido que por causa de su fe, enfrentarían hostilidades y sufrimiento. Si esa fuese la única realidad derivada de la vida cristiana, sería motivo de escándalo y desencanto. Nadie estaría convencido de ser cristiano si tal opción desencadenara puras contrariedades. La vida fraterna, el amor recíproco, el trato digno y cariñoso que prevalecía en las comunidades era el gran estímulo para adherirse a la comunidad creyente. En una sociedad violenta y excluyente como era la del primer siglo, el cristianismo se posicionó como una alternativa que aseguraba unas relaciones dignificantes para hombres y mujeres de toda raza y condición. El discipulado cristiano se convierte en una opción atractiva cuando la comunidad de los creyentes se constituye en un espacio que facilita las relaciones interpersonales dignas, justas y fraternas.