3 de marzo de 2013

III Domingo de Cuaresma 3 de marzo de 2013 Moniciones



MONICIÓN DE ENTRADA

Feliz y cordial bienvenida a nuestra Eucaristía de hoy. La Iglesia está viviendo unos momentos muy especiales con la retirada, ya, del Papa Benedicto XVI y los trabajos del Colegio Cardenalicio para iniciar el Conclave. Hemos de rezar especialmente por la Iglesia y pedir al Espíritu que siga guiando a la Barca de Pedro. Y celebramos hoy el Tercer Domingo de Cuaresma que nos sitúa en el centro de este tiempo fuerte. Hemos recorrido ya la mitad de la “subida” cuaresmal y es un buen día para meditar sobre lo hecho hasta ahora y discernir en torno a lo que nos falta. Jesús de Nazaret nos va a hablar de dos cosas muy importantes: de la necesidad de conversión y de la paciencia que Dios tiene con los pecadores. Ambas cosas constituyen como un mensaje hecho a la medida para nosotros. Moisés y la travesía del desierto es también un símbolo de la cuaresma. Caminamos por el desierto hasta el encuentro de la tierra de promisión que es el Tiempo de Pascua, la noche gloriosa en que Nuestro Señor Jesús resucita. Iniciemos, pues, nuestra Eucaristía con alegría y mucha esperanza. Es lo que necesitamos todos.

  
MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- Escucharemos hoy el famoso episodio del Libro del Éxodo sobre la zarza que no se consume. Es la manifestación de Dios. Él mismo viene a dar su nombre a Moisés: “Yo soy”. Es como si se presentase, como si nos dijese: “estoy aquí, con vosotros, actuando a vuestro lado. Soy el presente, el que está, el que libera, el que salva”. Pero esta seguridad no quiere dar pie a que nos durmamos, a que nos dejemos llevar.

S.- El Salmo 102 es atribuido a David y tenía un uso penitencial como el “Miserere” (Salmo 50) Pero además un bellísimo canto a la misericordia de Dios hacia sus criaturas. Es, sin duda, uno de los más bellos del Salterio.

2.- En la segunda lectura Pablo de Tarso en su Carta primera a los fieles de Corinto viene a decirnos: “el que se crea seguro ¡cuidado! no caiga”; ya que nuestra seguridad tiene que venir de apoyarnos en Él. Es un mensaje de apoyo y conversión. Son palabras muy actuales.

3.- El evangelio de Lucas de hoy es un grito a la conversión. No busques culpables a los que convertir --nos dice--, busca tu interior, mira tus obras, observa si tu religiosidad da frutos dignos; quizá con estas actitudes alguien se convierta sin que tú lo hayas advertido. Jesús de Nazaret no busca culpables, busca amigos a quienes ayudar.

 Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Javier Leoz, sacerdote navarro, nos propone una oración muy especial y expresiva para estos momentos finales de la Eucaristía. Escuchemos:

¿QUÉ FRUTOS, DARTE, SEÑOR?
Mira  mi miseria,
y  dejándome arrastrar por tu riqueza
ojala  recojas de mí aquello que a tu Reino convenga
Acoge  mi buena voluntad,
y  lejos de echarme en brazos de la vanidad
descubra  que, sólo Tú y siempre Tú,
eres  la causa de lo bueno que brota en mí.

Perdona  mi débil cosecha,
y,  sigue sembrando Señor, para que tal vez mañana
puedas  despertar, descubriendo en mí
aquello  que, hoy, brilla por su ausencia:
frutos  de verdad y de amor
de  generosidad y de alegría
de  fe y de esperanza
de  confianza y de futuro
de  vida y de verdad.

Y  no te canses, Señor, de visitar tu viña,
tal  vez hoy, puede que no,
pero  mañana, con tu ayuda y mi esfuerzo,
brotará  con todo su esplendor
la  higuera de mi vida
Amén

Exhortación de despedida

Recemos mucho por la Iglesia en estos días. Aquí en el templo y en nuestras casas. Necesitamos que el Espíritu Santo siga guiándola en su camino de paz, amor y solidaridad…
  

MISA CON NIÑOS

Sección realizada por las catequistas de la Parroquia de San Francisco de El Altet, en Elche, Alicante, España, donde es párroco nuestro colaborador, don Pedro Juan Díaz Zaragoza.

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos un domingo más a esta celebración, hoy seguimos preparando nuestros corazones para celebrar la muerte y resurrección de Jesús, porque estamos en Cuaresma. Hemos de tener ilusión por realizar este cambio en nosotros, para que seamos mejores personas y sepamos ver y dar una oportunidad a los demás. Con ilusión todo es posible. Empezamos la misa con ilusión y alegría.

PETICIONES DE PERDÓN

1. Por las veces que no ponemos ilusión en las cosas que hacemos. Señor ten piedad.

2. Tú que conoces nuestras debilidades y nos comprendes. Cristo ten piedad.

3. Por todas las veces que no damos una segunda oportunidad a los demás. Señor ten piedad.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

En esta primera lectura, Dios elige a Moisés para salvar a su pueblo, Israel, que lo estaba pasando muy mal. Dios se muestra cercano a los problemas del pueblo y pide a Moisés que los guie hacia un camino mejor. Escuchemos con atención.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA

En la segunda lectura, Pablo nos hace ver que para ganarnos la confianza y la cercanía a Dios, no basta con tener fe en él y ser su amigo. Hay que actuar día a día haciendo el bien y preocupándonos por los demás. El Evangelio de hoy, nos enseña que Dios tiene todas sus esperanzas puestas en nosotros. Espera que cambiemos y seamos mejores personas, que demos fruto. Escuchemos.

PETICIONES

1. Por la Iglesia, para que nos ayude a centrar nuestra fe en la vida para conseguir un mundo mejor. Roguemos al Señor.

2. Por los gobernantes, para que en sus planes de gobierno hagan posible la creación de empleo y fomenten la solidaridad. Roguemos al Señor.

3. Por todos nosotros, para que nos guíes cada día en nuestras obras y con tu ayuda actuemos siempre haciendo el bien. Roguemos al Señor.

4. Por nosotros, los niños de (…), para que la ilusión por cambiar el mundo permanezca en nosotros y poco a poco vayamos consiguiéndolo. Roguemos al Señor.

5. Por todos los aquí presentes, para que nos comprometamos a ayudar a las personas que lo necesitan y no dejemos a nadie abandonado. Roguemos al Señor.