Santos: Jerónimo Emiliani,
fundador; Juvencio de Pavía, obispo. Beato Pedro Ígneo, cardenal. Feria (Verde)
NUNCA TE DEJARÉ, NUNCA TE
ABANDONARÉ
Hb 13, 1-8; Mc 6, 14-29
Esta frase es el exhorto final que comunica el Señor a Israel en
el contexto del discurso de despedida de Moisés. El autor de la Carta a los
Hebreos retorna dicha frase para animar a sus lectores a vivir la confianza,
puesto que atravesaban por un período de escasez y carencia de recursos
materiales. La vida sencilla y modesta es un valor apreciado por los discípulos
de Jesús. No es la fiebre posesiva lo que distingue a los seguidores del pobre
de Nazaret, sino la confianza en el amor incondicional del Padre. De esa
existencia sencilla es testigo Juan Bautista, que vive de forma modesta,
alimentándose de los frutos del campo. En cambio, su verdugo, Herodes Antipas
realizaba banquetes ostentosos con los magnates de Galilea, sin preocuparse de
que esa vida de lujos desmedidos, se conseguía a través de las cargas fiscales
y los tributos excesivos que pesaban sobre los campesinos de Galilea.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Cfr.
Sb 11, 24. 25. 27)
Señor, tú tienes misericordia de todos y
nunca odias a tus creaturas; borras los pecados de los hombres que se
arrepienten, y los perdonas, porque tú, Señor, eres nuestro Dios.
ORACIÓN COLECTA
Escucha, Señor, nuestra oración y perdona nuestros pecados, para
que recibamos, juntamente, tu perdón y tu paz. Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA DE LA PALABRA
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.
De la carta a los hebreos:
13, 1-8
Hermanos: Conserven entre ustedes el amor fraterno y no se olviden
de practicar la hospitalidad, ya que por ella, algunos han hospedado ángeles
sin saberlo. Acuérdense de los que están presos, como si ustedes mismos
estuvieran también con ellos en la cárcel. Piensen en los que son maltratados,
pues también ustedes tienen un cuerpo que puede sufrir. Que todos tengan gran
respeto al matrimonio y lleven una vida conyugal irreprochable, porque a los
que cometen fornicación y adulterio, Dios los habrá de juzgar.
Que no haya entre ustedes avidez de riquezas, sino que cada quien se contente
con lo que tiene. Dios ha dicho: Nunca te dejaré ni te abandonaré; por lo
tanto, nosotros podemos decir con plena confianza: El Señor cuida de mí, ¿por
qué les he de tener miedo a los hombres?
Acuérdense de sus pastores, que les predicaron la palabra de Dios. Consideren
cómo terminaron su vida e imiten su fe. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y
siempre.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Comentario:
En este pasaje San Pablo habla acerca de las actitudes para llevar
una vida cristiana: que el amor fraterno sea duradero, que no nos olvidemos de
la hospitalidad, que nos acordemos siempre de los que más sufren poniéndonos en
su lugar, que seamos respetuosos del matrimonio, que no seamos codiciosos y que
no nos preocupemos de más por el dinero y las cosas materiales, sabiendo que el
Señor nunca nos abandonará y siempre nos auxiliará. Por último, nos enseña a
imitar la fe de los hombres y mujeres que con su vida han sido un ejemplo de
buenos cristianos.
Del salmo 26 R/. El Señor
es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la
defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R/.
Aunque se lance contra mí un ejército, no temerá mi corazón; aun cuando hagan
la guerra contra mí, tendré plena confianza en el Señor. R/.
Porque el Señor me procuró un refugio en los tiempos aciagos; me esconderá en
lo oculto de su tienda y Él me pondrá a salvo. R/.
El corazón me dice que te busque y buscándote
estoy. No me abandones ni me dejes solo, mi Dios y salvador.
ACLAMACIÓN (Cfr. Lc 8, 15)
R/. Aleluya, aleluya.
Dichosos
los que cumplen la palabra del Señor con un corazón bueno y sincero, y perseveran
hasta dar fruto.
Es Juan, a quien yo le corté la cabeza, y que
ha resucitado.
Del santo Evangelio según
san Marcos: 6, 14-29
En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido tanto,
llegó a oídos del rey Herodes el rumor de que Juan el Bautista había resucitado
y sus poderes actuaban en Jesús. Otros decían que era Elías; y otros, que era
un profeta, comparable a los antiguos. Pero Herodes insistía: "Es Juan, a
quien yo le corté la cabeza, y que ha resucitado".
Herodes había mandado apresar a Juan y lo había metido y encadenado en la
cárcel. Herodes se había casado con Herodías, esposa de su hermano Filipo, y
Juan le decía: "No te está permitido tener por mujer a la esposa de tu
hermano". Por eso Herodes lo mandó encarcelar.
Herodías sentía por ello gran rencor contra Juan y quería quitarle la vida;
pero no sabía cómo, porque Herodes miraba con respeto a Juan, pues sabía que
era un hombre recto y santo, y lo tenía custodiado. Cuando lo oía hablar,
quedaba desconcertado, pero le gustaba escucharlo.
La ocasión llegó cuando Herodes dio un banquete a su corte, a sus oficiales y a
la gente principal de Galilea, con motivo de su cumpleaños. La hija de Herodías
bailó durante la fiesta y su baile les gustó mucho a Herodes y a sus invitados.
El rey le dijo entonces a la joven: "Pídeme lo que quieras y yo te lo
daré". Y le juró varias veces: "Te daré lo que me pidas, aunque sea
la mitad de mi reino".
Ella fue a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?". Su madre le
contestó: "La cabeza de Juan el Bautista". Volvió ella inmediatamente
junto al rey y le dijo: "Quiero que me des ahora mismo, en una charola, la
cabeza de Juan el Bautista".
El rey se puso muy triste, pero debido a su juramento y a los convidados, no
quiso desairar a la joven, y enseguida mandó a un verdugo que trajera la cabeza
de Juan. El verdugo fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una
charola, se la entregó a la joven y ella se la entregó a su madre. Al enterarse
de esto, los discípulos de Juan fueron a recoger el cadáver y lo sepultaron.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
La figura de Juan Bautista es admirable por su ejemplo de entereza
en la defensa de la verdad y su valentía en la denuncia del mal. El Bautista
fue ejecutado por venganza, porque había denunciado a Herodes: «no te es lícito
tener la mujer de su hermano».
De Juan aprendemos sobre todo su reciedumbre de carácter y la
coherencia de su vida con lo que predicaba.
Un verdadero profeta tiene asegurada la persecución y frecuentemente la
muerte. Tanto si su palabra apunta a la justicia como a la ética de las costumbres.
¡Cuántos mártires sigue habiendo en la historia!
Tal vez nosotros no llegaremos a estar amenazados de muerte. Pero
sí somos invitados a seguir dando un testimonio coherente y profético, a
anunciar la Buena Noticia de la salvación con nuestras palabras y con nuestra
vida. Habrá ocasiones en que también tendremos que denunciar el mal allí donde
existe. Lo haremos con palabras valientes, pero sobre todo con una vida
coherente que, ella misma, sea como un signo en medio de un mundo que levanta
altares a dioses falsos.
Mons. Salvador Cisneros
Parroquia Santa Teresa de Ávila
Archidiócesis de Tijuana
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, Señor, este sacrificio de reconciliación y alabanza, para
que perdones nuestros pecados y dirijas hacia ti nuestro vacilante corazón. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN
(Lc 15, 10)
Por un solo pecador que se convierta, dice el Señor, habrá gran
alegría entre los ángeles del cielo.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA
COMUNIÓN
Por nuestra participación en el sacramento del Cuerpo y la Sangre
de tu Hijo, nos has perdonado, Señor, nuestros pecados, concédenos tu gracia
para evitarlos de ahora en adelante y servirte con sincero corazón. Por
Jesucristo, nuestro Señor.