18 de febrero de 2013

Lunes de la 1ª semana de Cuaresma. Ciclo C


Santos: Eladio de Toledo, obispo; Sadoth de Seleucia y compañeros, mártires; Francisco Regis Clet, mártir. Feria (Morado)

EL AMOR AL PRÓJIMO INCLUYE LA JUSTICIA
Lv 19, 1-2. 11-18; Mt 25, 31-46
Las acciones que enlista reiteradamente el Evangelio de san Mateo se asemejan entre sí porque van encaminadas a aliviar situaciones de emergencia y necesidad de las personas más desfavorecidas. Esas y otras acciones han sido conocidas como obras de misericordia. El discípulo de Jesús moldea su corazón, haciéndolo sensible al dolor y las carencias de los pobres y necesitados. En el momento que surja la necesidad del prójimo tendrá que ser atendida por el discípulo de Jesús. Sin embargo, el verdadero ideal es que disminuya drásticamente el nú-mero y la gravedad de las carencias sociales. El trabajo por la justicia y la promoción de unas relaciones exentas de abusos y violencia es la primera etapa y el primer gesto del amor al prójimo. El libro del Levítico nos traduce el amor al prójimo a las categorías de la justicia social, el respeto a la libertad y a los bienes y propiedades de las personas y de los más débiles en particular.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 122, 2-3)
Así como la esclava en su señora, tiene fijos los ojos, fijos en el Señor están los nuestros, hasta que Dios se apia-de de nosotros. Ten piedad de nosotros, ten piedad.

ORACIÓN COLECTA
Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra para que esta Cuaresma nos sea provechosa. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA
Juzga a tu prójimo con justicia.

Del libro del Levítico: 19, 1-2. 11-18

En aquellos días, dijo el Señor a Moisés: "Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles: 'Sean santos, porque yo, el Señor, soy santo. No hurtarán. No mentirán ni engañarán a su prójimo. No jurarán en falso por mi nombre; eso sería profanar el nombre de su Dios. Yo soy el Señor. No oprimas ni explotes a tu prójimo. No retengas hasta el día siguiente el salario del que trabaja para ti. No maldigas al sordo, ni pongas tropiezos ante el ciego. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor.

No seas injusto en la sentencia, ni por favorecer al pobre ni por respeto al poderoso. Juzga con justicia a tu prójimo. No andes calumniando a los tuyos ni des testimonio contra la vida de tu prójimo. Yo soy el Señor.
No odies a tu hermano ni en lo secreto de tu corazón. Trata de corregirlo, para que no cargues tú con su pecado. No te vengues ni guardes rencor a los hijos de tu pueblo. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor' ".
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Comentario:

Guía para la vida

Repasemos con calma los preceptos de la primera lectura y encontraremos una fuente preciosa de sabiduría y humanidad.

Mas hoy queremos destacar un hecho: la fuerza positiva de un buen "no". Alguien dijo que el hombre es el único ser que tiene la facultad de decirse "no" a sí mismo. Los animales o las plantas obedecen a sus ciclos y a sus estímulos. Comen, beben, duermen o se aparean según esas reglas internas que no quebrantan ni pueden quebrantar. Sólo el ser humano puede sentir el deseo, tener la oportunidad de realizarlo y sin embargo decirse "no".

El "no", aunque es por definición una negación, tiene también un aspecto positivo. Decirse que no es un modo de disponer de sí mismo, de adueñarse de la propia vida. El que quiere dormir y hacer pereza toda una mañana pero se dice que "no" crea una disciplina, y con ella un hábito. Fortalecido por ese hábito llega a dominar un arte, aprender un idioma, lograr interpretar un difícil instrumento musical... ¡todo nace de un "no" dicho con amorosa constancia!

También las sociedades necesitan aprender a decirse "no" ante ciertas prácticas que destruirían su propio tejido. Los grupos humanos que se abstienen de los caminos fáciles pero degradantes del robo, el adulterio o el soborno institucionalizado. Ese "no" como esfuerzo colectivo brinda también un precioso fruto colectivo que puede medirse en términos de paz, progreso, seguridad, confianza mutua, actitud creativa y gozo compartido. Así entendemos la fuerza de amor que tienen los preceptos de Dios: cada cosa que nos ha ordenado es para nuestro bien.

Por cierto, nuestra sociedad occidental es tremendamente incoherente con respecto a su "noes". Gritamos que no al terrorismo, porque cobra víctimas inocentes, y aprobamos el aborto que es la agresión más violenta imaginable contra el ser más inocente imaginable. Llenamos de agitación y paroxismo la vida y criticamos los excesos con que pretende desfogarse la tensión acumulada. Abandonamos niños y jóvenes a que sean criados por la calle y la televisión y nos quejamos del estado de la juventud. Necesitamos --¿quién podría negarlo-- aprender a ser más coherentes y consecuentes con esa fuerza maravillosa que se llama decir un "no" a tiempo.



Del salmo 18 R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.

La ley del Señor es perfecta del todo y reconforta el alma; inmutables son las palabras del Señor y hacen sabio al sencillo. R/.
En los mandamientos del Señor hay rectitud y alegría para el corazón; son luz los preceptos del Señor para alumbrar el camino. R/.
La voluntad del Señor es santa y para siempre estable; los mandatos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/.
Que te sean gratas las palabras de mi boca y los anhelos de mi corazón. Haz, Señor, que siempre te busque, pues eres mi refugio y salvación. R/.



ACLAMACIÓN (2 Co 6, 2) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.

Ahora es el tiempo favorable, ahora es el día de la salvación. R/.


Cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron.

Del santo Evangelio según san Mateo: 25, 31-46

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Hijo del hombre, rodeado de su gloria, acompañado de todos sus ángeles, se sentará en su trono de gloria. Entonces serán congregadas ante Él todas las naciones, y Él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos, y pondrá a las ovejas a su derecha y a los cabritos a su izquierda.

Entonces dirá el rey a los de su derecha: 'Vengan, benditos de mi Padre; tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo; porque estuve hambriento y me dieron de comer, sediento y me dieron de beber, era forastero y me hospedaron, estuve desnudo y me vistieron, enfermo y me visitaron, encarcelado y fueron a verme'. Los justos le contestarán entonces: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer, sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos de forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o encarcelado y te fuimos a ver?'. Y el rey les dirá: 'Yo les aseguro que, cuando lo hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron'.
Entonces dirá también a los de la izquierda: 'Apártense de mí, malditos; vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles; porque estuve hambriento y no me dieron de comer, sediento y no me dieron de beber, era forastero y no me hospedaron, estuve desnudo y no me vistieron, enfermo y encarcelado y no me visitaron'.
Entonces ellos le responderán: 'Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de forastero o desnudo, enfermo o encarcelado y no te asistimos?'. Y Él les replicará: 'Yo les aseguro que, cuando no lo hicieron con uno de aque-llos más insignificantes, tampoco lo hicieron conmigo'. Entonces irán éstos al castigo eterno y los justos a la vida eterna".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.


Comentario:

El Juicio Final será para todos los seres humanos de todos los tiempos. Al truncar una vida en el seno materno, se le quita, arbitrariamente la posibilidad de ejercer su libertad y ganarse personalmente, secundando la obra del Espíritu Santo, su salvación. Sin embargo, me aventuro, a la luz de este Evangelio, a pensar que ante la misericordia y el amor de Dios, todas esas vidas que por maldad del adulto no pudieron tomar su lugar en el mundo, estarán presentes ante Jesucristo, como las ovejas tiernas, dulces e inocentes, a quienes el Señor les dará la vida que el hombre satanizado les negó, y esa vida es la eterna, en la que por siempre gozarán de Dios. Señor, ¡ayúdame a tener una convicción profunda de lo que es la santidad en la vida y a pronunciarme siempre a favor de ella!

En el Evangelio vemos que el trato de Jesús con el hombre es siempre personal y que culmina con el Juicio que pronunciará para cada uno, según sus actos y actitudes de vida. Señor, viniste a enseñarme a vivir de acuerdo a la dignidad que, como ser humano, quisiste que yo tuviera y, paso a paso, Tú también me señalaste con el ejemplo la dignidad que tiene mi prójimo. En el Juicio Final, que leo y reflexiono hoy, resaltas aquel elemento con el cual me juzgarás: “la vivencia de la caridad”. ¡Qué necio soy al no acabar de entender y asimilar que el amor a Ti, sólo lo puedo hacer patente en la atención efectiva y personal a mi prójimo! Tu Evangelio hoy, Señor, es para mí tan claro y tan preciso, que no lo puedo ignorar. Sólo me corresponde acogerlo o dejarlo pasar…


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estas ofrendas que te presentamos como signo de nuestra entrega a ti, santifiquen, Señor, con tu gracia, nuestra vida y nos obtengan el perdón de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio I-V de Cuaresma.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 25, 40. 34)
Yo les aseguro que cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo hicieron, dice el Señor. Vengan, benditos de mi Padre, y tomen posesión del Reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Señor, encontrar en esta comunión fuerza para el cuerpo y para el alma a fin de que, renovados completamente, podamos gloriamos de la plenitud de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.