Los Siete Santos Fundadores de la Orden de los Siervos de María.
Santos: Flaviano de Constantinopla, patriarca y mártir. (Morado)
NO QUEDARÁ DEFRAUDADO
Dt 26,4-10; Rm 10,8-13; Lc 4,1-13
La confianza no brota de la noche a la mañana como los hongos en tiempo de
lluvia, antes bien, se va fraguando paso a paso. El pueblo de Israel expresó en
diversos credos su experiencia creyente. Ellos peregrinaron, padecieron
opresión y finalmente, llegaron al descanso de una tierra propia porque no
dejaron de apoyarse en su Dios. El relato de las tentaciones en el Evangelio de
san Lucas nos comparte la experiencia de confianza y fidelidad que fue
consolidando en su propia vida el Señor Jesús. Efectivamente, experimentó
cierta desesperación ante la obstinación que sus vecinos y parientes mostraron
ante su propuesta evangelizadora y se sintió atraído por el deseo de realizar
señales ostentosas para convencerlos. Pero confió en el amor del Padre y
prefirió apelar a la libertad responsable de sus hermanos. De esa fe libre y
generosa nos habla el apóstol san Pablo en la Carta a los Romanos y nos
recuerda que la fe brota de la adhesión libre al mensaje del Evangelio.
ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 90, 15-16)
Me invocará y yo lo escucharé; lo libraré y lo glorificaré; prolongaré los
días de su vida.
No se dice Gloria.
ORACIÓN COLECTA
Concédenos, Dios todopoderoso, que las prácticas anuales propias de la
Cuaresma nos ayuden a progresar en el conocimiento de Cristo y a llevar una
vida más cristiana. Por nuestro Señor Jesucristo..
.
LITURGIA DE LA PALABRA
Profesión de fe del pueblo escogido.
Del libro del Deuteronomio: 26, 4-10
En aquel tiempo, dijo Moisés al pueblo: "Cuando presentes las
primicias de tus cosechas, el sacerdote tomará el cesto de tus manos y lo
pondrá ante el altar del Señor, tu Dios. Entonces tú dirás estas palabras ante
el Señor, tu Dios: 'Mi padre fue un arameo errante, que bajó a Egipto y se
estableció allí con muy pocas personas; pero luego creció hasta convertirse en
una gran nación, potente y numerosa. Los egipcios nos maltrataron, nos
oprimieron y nos impusieron una dura esclavitud. Entonces clamamos al Señor,
Dios de nuestros padres, y el Señor escuchó nuestra voz, miró nuestra
humillación, nuestros trabajos y nuestra angustia. El Señor nos sacó de Egipto
con mano poderosa y brazo protector, con un terror muy grande, entre señales y
portentos; nos trajo a este país y nos dio esta tierra, que mana leche y miel.
Por eso ahora yo traigo aquí las primicias de la tierra que tú, Señor, me has
dado'.
Una vez que hayas dejado tus primicias ante el Señor, te postrarás ante Él
para adorarlo". Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
Comentario:
En la lectura de Deuteronomio, Moisés le recuerda a
los israelitas sobre el amor de Dios manifestado en la liberación del pueblo
cuando salieron de Egipto. Para cada uno de nosotros, Dios también tiene una
liberación igualmente dramática--una liberación del pecado, de la tristeza, y
de la soledad. En la lectura de la carta a los romanos, San Pablo nos llama muy
simplemente a la salvación: «Porque basta que cada uno declare con su boca que
Jesús es el Señor y que crea en su corazón que Dios lo resucitó de entre los
muertos, para que pueda salvarse». Como también dice en esta lectura, ahora
somos como los israelitas: podemos invocar a Dios para salvarnos. Podemos
invocar a Dios para librarnos de la esclavitud de la desesperanza, cruzar
nuestro Mar Rojo, y llegar a la Tierra Prometida.
Del salmo 90 R/. Tú eres mi Dios y en ti confío.
Tú, que vives al amparo del Altísimo y descansas a la sombra del
Todopoderoso, dile al Señor: "Tú eres mi refugio y fortaleza; tú eres mi
Dios y en ti confío". R/.
No te sucederá desgracia alguna, ninguna calamidad caerá sobre tu casa,
pues el Señor ha dado a sus ángeles la orden de protegerte a donde quiera que
vayas. R/.
Los ángeles de Dios te llevarán en brazos, para que no te tropieces con las
piedras, podrás pisar los escorpiones y las víboras y dominar las fieras. R/.
"Puesto que tú me conoces y me amas, dice el Señor, yo te libraré y te
pondré a salvo. Cuando tú me invoques, yo te escucharé, y en tus angustias
estaré contigo, te libraré de ellas y te colmaré de honores". R/.
Profesión de fe del que cree en Jesucristo.
De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 10, 8-13
Hermanos: La Escritura afirma: Muy a tu alcance, en tu boca y en tu
corazón, se encuentra la salvación, esto es, el asunto de la fe que predicamos.
Porque basta que cada uno declare con su boca que Jesús es el Señor y que crea en
su corazón que Dios lo resucitó de entre los muertos, para que pueda salvarse.
En efecto, hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad y
declarar con la boca para alcanzar la salvación. Por eso dice la Escritura:
Ninguno que crea en él quedará defraudado, porque no existe diferencia entre
judío y no judío, ya que uno mismo es el Señor de todos, espléndido con todos
los que lo invocan, pues todo el que invoque al Señor como a su Dios, será
salvado por Él.
Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.
ACLAMACIÓN (Mt 4, 4) R/. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la
boca de Dios. R/.
El Espíritu llevó a Jesús al desierto; ahí lo tentó el demonio.
Del santo Evangelio según san Lucas: 4, 1-13
En aquel tiempo, Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán y
conducido por el mismo Espíritu, Se internó en el desierto, donde permaneció
durante cuarenta días y fue tentado por el demonio.
No comió nada en aquellos días, y cuando se completaron, sintió hambre.
Entonces el diablo le dijo: "Si eres el Hijo de Dios, dile a esta piedra
que se convierta en pan". Jesús le contestó: "Está escrito: No sólo
de pan vive el hombre".
Después lo llevó el diablo a un monte elevado y en un instante le hizo ver
todos los reinos de la tierra y le dijo: "A mí me ha sido entregado todo
el poder y la gloria de estos reinos, y yo los doy a quien quiero. Todo esto
será tuyo, si te arrodillas y me adoras". Jesús le respondió: "Está
escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él sólo servirás".
Entonces lo llevó a Jerusalén, lo puso en la parte más alta del templo y le
dijo: "Si eres el Hijo de Dios, arrójate desde aquí, porque está escrito:
Los ángeles del Señor tienen órdenes de cuidarte y de sostenerte en sus manos,
para que tus pies no tropiecen con las piedras". Pero Jesús le respondió:
"También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".
Concluidas las tentaciones, el diablo se retiró de Él, hasta que llegara la
hora.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
En el Evangelio, vemos el diablo derrotado: trató de
parar la misión salvadora de Jesús. Fue una tentación sutil--una tentación a
usar a Dios para nuestra voluntad, en vez de entregarnos a la voluntad del Dios
Padre. Jesús ganó la victoria porque en cada instante se nego a usar al Padre.
La misión de Jesús era obedecer a su Padre. Nosotros también tenemos que
obedecer a nuestro Dios Padre, no tratar de explotarlo, usarlo, o manipularlo.
El Padre nos quiere profundamente, tiene planes para bien para cada uno de
nosotros, tiene toda la sabiduría y todo conocimiento, sabe lo que nos
verdaderamente conviene. Entregarse al Padre es entregarse al amor más profundo
y potente del mundo. Las tentaciones del diablo se fundan en la mentira que
nosotros sabemos más sobre nuestro bien que el Padre. Él que tiene experencia
de la vida sabe que el Padre sabe más que nosotros.
Credo
PLEGARIA UNIVERSAL
Con fe, pidámosle a Dios que escuche la oración de su pueblo.
Después de cada petición diremos: Señor, ten piedad (o bien: Kyrie,
eléison).
Para que este Tiempo de Cuaresma sea, para toda la Iglesia, un tiempo de
renovación en la fidelidad al Evangelio. Oremos.
Para que la luz de Jesucristo ilumine a los que en esta Cuaresma se están
preparando para el Bautismo. Oremos.
Para que los enfermos alcancen salud y fortaleza, y los que viven
angustiados encuentren la paz del espíritu. Oremos.
Para que cada vez más, en todas partes, en todos los corazones, triunfe el
bien por encima del mal. Oremos.
Para que los hombres y mujeres que forman el Ejército, reconozcan en Jesús
su modelo de servicio dedicado, atento y respetuoso. Oremos.
Para que cada uno de nosotros seamos siempre levadura y testimonio de amor
y de esperanza. Oremos. Escúchanos, Padre, y danos la vida nueva de Jesucristo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Te pedimos, Señor, que estos dones que vamos a ofrecerte, nos dispongan
convenientemente para el santo tiempo de la Cuaresma, que estamos iniciando.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias
siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque Cristo nuestro Señor, al abstenerse durante cuarenta días de tomar
alimento, inauguró la práctica de nuestra penitencia cuaresmal y, al rechazar
las tentaciones del enemigo, nos enseñó a sofocar la fuerza del pecado; de este
modo, celebrando con sinceridad el misterio de esta Pascua, podremos pasar un
día a la Pascua que no acaba.
Por eso, con los ángeles y santos te cantamos el himno de alabanza,
diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo...
ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 4, 4)
No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que viene de Dios.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Que este pan celestial alimente, Señor, en nosotros la fe, aumente la
esperanza, refuerce la caridad, y nos enseñe a sentir hambre de Cristo, que es
el pan vivo y verdadero, y a vivir de toda palabra que proceda de tu boca. Por
Jesucristo, nuestro Señor.
UNA REFLEXIÓN PARA NUESTRO TIEMPO.- No hay recetas para suscitar la fe de
quien no quiere creer. El que busca a Jesús será encontrado por Él. En vano
intentamos los padres de familia encaminar al camino del seguimiento a nuestros
hijos cuando vivimos una existencia marcada por una incongruencia patente entre
la fe y al vida. Los primeros que nos desnudan interiormente son nuestros
familiares, que nos conocen de arriba a abajo. No tiene sentido que les
impongamos la fe. Esa tentación la superó el Señor Jesús, haciendo un
discernimiento sensato de la Palabra del Señor. Por más grave que sea la crisis
moral en que estamos inmersos, no podemos echar mano del control de conciencias
ni de la manipulación, para imponer nuestras convicciones creyentes. La
existencia cristiana es una adhesión libre a la persona de Jesús. Adolescentes
y jóvenes tendrán que vivir su propio proceso de reafirmación de su fe,
auxiliándose del testimonio y el diálogo que entablen con sus padres
biológicos, que también tendrán que ser sus padres en la fe.