Santos: Inés de Roma, mártir; Fructuoso de Tarragona y compañeros, mártires;
Juan Yi de Corea, mártir. Memoria (Rojo)
VINO
NUEVO EN VASIJAS NUEVAS
Hb
5,1-10; Mc 2,18-22
Lo nuevo y lo antiguo se oponen
y a la vez se complementan. Una generación prepara a la que vendrá para
suplantarla y esta Última se ocupará de desmontar lo que construyo
pacientemente la anterior. Los contemporáneos de Jesús se habían acostumbrado a
ciertas prácticas religiosas y las defendían de forma inflexible; Él
relativizaba algunas de dichas prácticas, en particular el ayuno y el reposo
sabático, porque estaba convencido que el amor desbordante del Padre se estaba
manifestando cada vez con más fuerza en medio de Israel. Como figura del amor
indulgente y compasivo nos presenta la Carta a los Hebreos al Señor Jesús. A
diferencia de figuras sacerdotales intransigentes que "echan cargadas
pesadas sobre los hombros de las gentes y no las tocan ni con el dedo",
Jesús se solidariza con las cargas de sus hermanos y los anima a confiar
decididamente en el Padre que los ama.
ANTÍFONA
DE ENTRADA
Esta santa luchó hasta
la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizo ante la amenaza de los impíos,
pues estaba afianzada sobre roca firme.
ORACIÓN
COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que
eliges a los débiles para vencer a los poderosos, te pedimos, al celebrar el
martirio de santa Inés, que nos concedas imitar la heroica firmeza de su fe.
Por nuestro Señor Jesucristo...
LITURGIA
DE LA PALABRA
A pesar de ser el Hijo
de Dios, aprendió a obedecer padeciendo.
De la
carta a los hebreos: 5, 1-10
Hermanos: Todo sumo sacerdote
es un hombre escogido entre los hombres y está constituido para intervenir en
favor de ellos ante Dios, para ofrecer dones y sacrificios por los pecados. Él
puede comprender a los ignorantes y extraviados, ya que el mismo está envuelto
en debilidades.
Por eso, así como debe ofrecer sacrificios por los pecados del pueblo, debe
ofrecerlos también por los suyos propios.
Nadie puede apropiarse ese honor, sino solo aquel que es llamado por Dios, como
lo fue Aarón. De igual manera, Cristo no se confirió a sí mismo la dignidad de
sumo sacerdote; se la otorgó quien le había dicho: Tú eres mi Hijo, yo te he
engendrado hoy. O como dice otro pasaje de la Escritura: Tú eres sacerdote
eterno, como Melquisedec.
Precisamente por eso, durante su vida mortal, ofreció ORACIÓNes y súplicas, con
fuertes voces y lágrimas, a aquel que podía librarlo de la muerte, y fue
escuchado por su piedad. A pesar de que era el Hijo, aprendió a obedecer
padeciendo, y llegado a su perfección, se convirtió en la causa de la salvación
eterna para todos los que lo obedecen y fue proclamado por Dios sumo sacerdote,
como Melquisedec.
Palabra de Dios. Te
alabamos, Señor.
Comentario:
El Sumo Sacerdote
No pequeño camino tuvo que
recorrer aquella primera generación de cristianos para atreverse a llamar a
Cristo "Sumo Sacerdote". Era un término de pésimos recuerdos, pues
fueron los sacerdotes judíos, asociados a los partidarios de Herodes y a los
saduceos, los que principalmente tuvieron que ver con la traición y muerte a
Jesús. Hombres perversos como Anás y Caifás ostentaron ese título que, entre
otras cosas, ya no se vivía según las claras directrices del libro del
Deuteronomio sino que había quedado reducido a la rapiña y el oportunismo de
una élite de avivatos descreídos que zumbaban alrededor del templo.
Y ahora resulta que la Carta a
los Hebreos llama a Cristo "sacerdote", y aún más: "sumo
sacerdote". ¿Un retorno a las prácticas judaizantes? Todo lo contrario: un
modo de extraer el zumo precioso de lo que fue voluntad de Dios para con el
antiguo sacerdocio, presupuesto necesario para plantear de un modo profundo y
trascendente el sacerdocio nuevo y eterno de Nuestro Señor. Ahí está por
ejemplo lo que se dice, como espléndida definición del sacerdocio: "todo
sumo sacerdote, en efecto, es tomado de entre los hombres y puesto al servicio
de Dios en favor de los hombres, a fin de ofrecer dones y sacrificios por los
pecados. Está en grado de ser comprensivo con los ignorantes y los extraviados,
ya que él también está lleno de flaquezas, y a causa de ellas debe ofrecer
sacrificios por los pecados propios, a la vez que por los del pueblo" (Heb
5,1-3). Como presbítero de la Iglesia Católica, por misericordia de Dios, veo
en esas palabras la quintaesencia del ministerio sacerdotal: tomado de entre
los hombres, al servicio de los hombres, envuelto en fragilidad, comprensivo y
orante... precioso modelo!
Ahora bien, el sacerdocio de
Cristo, según apunta la Carta que comentamos, es "a la manera de
Melquisedec" (Heb 5,10). Tal vez porque Cristo es sacerdote y rey, como lo
fue Melquisedec (cf. Heb 7,1); tal vez porque el sacerdocio de Melquisedec
carece del régimen de las genealogías que enredaron y oscurecieron tanto el
sacerdocio levítico; tal vez por ambas razones. Lo que sí queda claro es que el
sacerdocio de Cristo trasciende los laberintos y estorbos del sacerdocio
antiguo. Su misión, perfecta y luminosa, abarca en un solo arco tierra y cielo.
Del
salmo 109 R/. Tú eres sacerdote para siempre.
Esto ha dicho el Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha; yo hare de tus
contrarios el estrado donde pongas los pies". R/.
Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y tú dominarás al enemigo. R/.
Es tuyo el Señorío; el día en que naciste, en los montes sagrados, te consagró
el Señor antes del alba. R/.
Juró el Señor y no ha de retractarse: "Tú eres sacerdote para siempre,
como Melquisedec". R/.
ACLAMACIÓN
(Hb 4, 12) R/. Aleluya, aleluya.
La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones
del corazón. R/.
Mientras el esposo esta
con ellos, no pueden ayunar
Del santo
Evangelio según san Marcos: 2, 18-22
En una ocasión en que los
discípulos de Juan el Bautista y los fariseos ayunaban, algunos de ellos se
acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Por qué los discípulos de Juan y los
discípulos de los fariseos ayunan, y los tuyos no?".
Jesús les contestó: "¿Cómo van a ayunar los invitados a una boda, mientras
el esposo esta con ellos? Mientras esta con ellos el esposo, no pueden ayunar.
Pero llegará el día en que el esposo les será quitado y entonces si ayunaran.
Nadie le pone un parche de tela nueva a un vestido viejo, porque el remiendo
encoge y rompe la tela vieja y se hace peor la rotura. Nadie echa vino nuevo en
odres viejos, porqué el vino rompe los odres, se perdería el vino y se echarían
a perder los odres. A vino nuevo, odres nuevos".
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
Comentario:
Jesús, El Novio
Vayamos ahora al texto del
evangelio de hoy. He aquí que buscando de qué acusar al Señor le han presionado
sus detractores, mas de tal acoso ha salido una bellísima imagen: Jesús, el
Novio.
Hubiera podido decirnos otras
cosas, pero ha querido calificar la alegría de su presencia con una expresión
entrañable y cálida: el Novio. No es posible ayunar cuando Él está.
Me gusta decir que Jesús no es un
soltero ni un solterón; es un Novio. No ha cancelado sus bodas, pues sigue
siendo verdad lo que dijo su Padre al principio: "no es bueno que el
hombre esté solo" (Gén 2,18). Cristo no ha renunciado al matrimonio, lo ha
aplazado para el momento final. Y es tal el gozo que de allí brota, que no es
posible ayunar a la vista y degustación de tal banquete.
ORACIÓN
SOBRE LAS OFRENDAS
Que los dones que vamos
a ofrecerte en honor de tu santa virgen Inés te sean, Señor, tan agradables,
como agradable fue a tus ojos su martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA
DE LA COMUNIÓN (Mt 16, 24)
Si alguno quiere venir en pos
de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
ORACIÓN
DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor y Dios nuestro, que
glorificaste a santa Inés con la doble corona de la virginidad y del martirio,
concédenos que esta comunión nos ayude a superar todas las pruebas y podamos
así alcanzar el Reino eterno. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Homilías de Fr. Nelson Medina, O.P.