28 de enero de 2013

Lunes de la 3ª semana del Tiempo Ordinario. Ciclo C



Santos: Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia; Julián de Cuenca, obispo. Beata Boleslava María Lament, fundadora. Memoria (Blanco)

SE OFRECIO UNA SOLA VEZ
Hb 9,15.24-28; Mc 3,22-30
La desesperación de los adversarios de Jesús los llevó a inventar argumentos tan descabellados como los que escuchamos en el Evangelio de san Marcos. Tanto era su interés por desautorizarlo que lo presentaron simultáneamente como enemigo y colaborador de Satanás, rebasando los principios elementales de la lógica. Esta escena es la ilustración fehaciente del "no hay peor ciego que el que no quiere ver", puesto que los letrados venidos de Jerusalén no eran personas ignorantes, sino autoridades cerradas en la defensa de sus prejuicios e intereses particulares. No defendían ni buscaban el designio de Dios, sino la confirmación de sus propias ideas. Las acusaciones de aquellos pretendidos representantes de Dios, quedaron desmentidas con el triunfo pascual de Jesús. La Carta a los Hebreos autentifica el camino recorrido por Jesús durante su vida mortal. Quien viva como Jesús, obediente al Padre alcanzará la gloria decisiva. En cambio quienes pretenden usurpar el honor de Dios para salvaguardar sus intereses, serán desacreditados.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 4, 18)
El Espíritu del Señor esta sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos.

ORACIÓN COLECTA
Señor Dios nuestro, que hiciste de Tomas de Aquino un hombre admirable por su anhelo de santidad y su dedicación a las ciencias sagradas, ayúdanos a comprender su doctrina y a imitar sus ejemplos. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA
Cristo se ofreció una sola vez para guitar los pecados de todos; y se manifestará por segunda vez para la salvación de aquellos que lo aguardan.

De la carta a los hebreos: 9, 15. 24-28


Hermanos: Cristo es el mediador de una alianza nueva. Con su muerte hizo que fueran perdonados los delitos cometidos durante la antigua alianza, para que los llamados por Dios pudieran recibir la herencia eterna que Él les habla prometido. Porque Cristo no entró en el santuario de la antigua alianza, construido por mano de hombres y que solo era figura del verdadero, sino en el cielo mismo, para estar ahora en la presencia de Dios, intercediendo por nosotros.
En la antigua alianza, el sumo sacerdote entraba cada año en el santuario para ofrecer una sangre que no era la suya; pero Cristo no tuvo que ofrecerse una y otra vez a sí mismo en sacrificio, porque en tal caso habría tenido que padecer muchas veces desde la creación del mundo. De hecho, Él se manifestó una sola vez, en el momento culminante de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo.
Y así como está determinado que los hombres mueran una sola vez y que después de la muerte venga el juicio, así también Cristo se ofreció una sola vez para quitar los pecados de todos. Al final se manifestará por segunda vez, pero ya no para quitar el pecado, sino para la salvación de aquellos que lo aguardan y en Él tienen puesta su esperanza. 


Palabra de Dios.Te alabamos, Señor.

Comentario:
Eucaristía como sacrificio

Hoy solemos insistir en la dimensión fraternal de la Eucaristía. Es frecuente, por ejemplo, que se presente la Misa como el banquete que celebramos en torno a Jesús, o como una comida de familia, o como una cena en que departen los amigos. Todo esto es cierto y de nada puede decirse con tanta verdad como de la Eucaristía. Pero el misterio eucarístico no se limita al encuentro fraterno y pretender limitarlo a ello terminaría por desfigurarlo.

En la Eucaristía hay Uno que con la perfección de su amor puede asumir, purificar y levantar nuestros amores. No somos hermanos porque nos digamos hermanos sino porque la Sangre que Él derramó en la Cruz declaró nuestra iniquidad, hizo posible el arrepentimiento de nuestras obras muertas y nos llamó a creer en la gracia que viene de lo alto. Acogiendo entonces con humilde fe el regalo inmenso de su divino Espíritu, hemos llegado a ser hijos en el Hijo y por eso, sólo por eso, somos hermanos.

Dicho con otras palabras, aunque en la Santa Misa están presentes tanto la dimensión "fraternal" de banquete como la dimensión "sacrificial" de la inmolación, es ésta la que soporta a aquélla: es el sacrificio el que hace posible el amor entre nosotros, pues por nuestras solas fuerzas no podíamos aceptarnos y amarnos al grado que requiere nuestra propia miseria.

Cólmese, pues, de gratitud el alma cristiana y al recibir devotamente la Hostia Consagrada, descubra allí el mismo don y el mismo misterio del Calvario.



Del salmo 97 R/. Cantemos al Señor un canto nuevo.
Cantemos al Señor un canto nuevo, pues ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. R/.
El Señor ha dado a conocer su victoria y ha revelado a las naciones su justicia. Una vez más ha demostrado Dios su amor y su lealtad hacia Israel. R/.
La tierra entera ha contemplado la victoria de nuestro Dios. Que todos los pueblos y naciones aclamen con júbilo al Señor. R/.
Cantemos al Señor al son del arpa, suenen los instrumentos. Aclamemos al son de los clarines al Señor, nuestro rey. R/.





ACLAMACIÓN (Cfr. 2 Tm 1, 10) R/. Aleluya, aleluya
Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio R/.



Satanás ha sido derrotado.

Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 22-30


En aquel tiempo, los escribas que habían venido de Jerusalén, decían acerca de Jesús: "Este hombre está poseído por Satanás, príncipe de los demonios, y por eso los echa fuera". Jesús llamó entonces a los escribas y les dijo en parábolas: "¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Porque si un reino está dividido en bandos opuestos no puede subsistir. Una familia dividida tampoco puede subsistir. De la misma manera, si Satanás se rebela contra sí mismo y se divide, no podrá subsistir, pues ha llegado su fin. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y llevarse sus cosas, si primero no lo ata. Solo así podrá saquear la casa.
Yo les aseguro que a los hombres se les perdonaran todos sus pecados y todas sus blasfemias. Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo nunca tendrá perdón; será reo de un pecado eterno". Jesús dijo esto, porque lo acusaban de estar poseído por un espíritu inmundo. 


Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:
La página del evangelio nos dice que si un reino está dividido no puede subsistir. La unidad de la Iglesia es un deseo de Cristo. ¿Qué es lo que nos divide a los cristianos? Lo que nos separa de Cristo. El pecado por ejemplo, particularmente aquellos que hieren la caridad y la obediencia, porque nos aíslan de los demás miembros del cuerpo de Cristo y nos alejan de los representantes del Señor. Los primeros cristianos nos dan ejemplo de cómo vivir la unidad. Ellos superaron las barreras sociales, económicas o culturales. Todo lo que poseían lo ponían en común con generosidad, rezaban por los demás y se animaban unos a otros a perseverar en la fe en Jesucristo. ¿Vivimos así como ellos? No nos permitamos herir nunca la unidad. Que todas nuestras palabras sean para construir la caridad. No accedamos jamás a hablar mal de nadie y perdonemos siempre. Aunque suene fuerte decirlo, vale la pena meditar en que la caridad es el signo de los discípulos de Cristo y la maledicencia lo es de los hijos de Satanás.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Que estos dones, Señor, que to presentamos en honor de tus santos y que van a dar testimonio de tu poder y de tu gloria, nos alcancen de ti la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Te rogamos, Señor, que el sacramento que hemos recibido nos encamine al cielo que ya mereció obtener santo Tomas de Aquino, sirviéndote con fidelidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.