20 de enero de 2013

II Domingo del Tiempo Ordinario 20 de enero de 2013 Moniciones



MONICIÓN DE ENTRADA

Sed todos bienvenidos a la Eucaristía. Comenzábamos el lunes pasado la primera fase del Tiempo Ordinario que nos llevará hasta el 13 de febrero-- Miércoles de Ceniza--en que iniciaremos la Cuaresma. Hoy, en este Segundo Domingo del Tiempo Ordinario vamos a asistir al primer milagro de la vida pública de Jesús de Nazaret. A petición de su Madre, María, transforma 600 litros de agua en vino de excelente calidad. A los novios se les agotaba el vino para agasajar a sus invitados y la Virgen quiso evitarles esa vergüenza. Es un comienzo muy singular por parte de Jesús... en una boda, una celebración llena de alegría y esperanza. Por otro lado, Pablo nos va a hablar del Espíritu Santo, el gran inspirador de toda acción religiosa. Y esta semana también, el viernes, 18, comenzábamos el Octavario de Oración por la Unidad de los Cristianos. El Espíritu ha de estar con nosotros para conseguir lo que Cristo siempre nos pidió: que todos sus seguidores fuéramos uno en el amor… Hoy es, asimismo, la Jornada Mundial de las Migraciones. Las migraciones –emigrantes e inmigrantes— están muy presentes en nuestra vida actual. Demos la importancia que tiene dicha celebración pontificia y ayudemos con nuestra oración y nuestro apoyo material a un fin muy actual y muy notable.

 MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- El profeta Isaías en la primera lectura nos desvela una profecía muy singular para nosotros: el Mesías es presentado como el Esposo de Israel que traería la paz y la alegría a su pueblo. Y como seguiremos viendo todas las lecturas de hoy tienen ese contenido especial de matrimonio, de esponsales entre Dios y su pueblo.

S.- El salmo 95 tenía para el pueblo judío la idea de un Dios único y portador de toda la fuerza. Y era el pueblo de Israel quien debía de comunicar a todos los demás pueblo esa realidad importante y alegre. Esta idea de Dios como rey universal llega hasta nosotros y por eso le cantamos y le festejamos.

2.- La lectura de la Primera Carta de San Pablo a los fieles de Corinto nos acompañará hasta el domingo quinto de este primer tramo del tiempo ordinario, como segunda lectura de nuestras eucaristías. Refiere los diferentes dones y carismas que el Espíritu Santo otorga a los fieles para vivir mejor y ser más felices puestos todos en presencia de Dios.

3.- Jesús de Nazaret inicia su misión en una boda, por indicación de su Madre, la Virgen María y convirtiendo considerables cantidades de agua en un vino excelente. No puede haber principio más bello y alegre. El episodio de las Bodas de Caná merece toda nuestra atención al escucharlo y reflexionar, después, en él por su significado y matices.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Una semana más el padre Leoz nos ofrece esta oración para estos momentos de paz y quietud de nuestra Eucaristía.

ANTES DE FEINALIZAR

Antes  de finalizar esta Eucaristía, Señor,
queremos  darte gracias por tu presencia en medio de nuestra fiesta.
Sin  Ti, no sería lo mismo.
Sin  Ti, nos faltaría algo.
Sin  Ti, no tendríamos fuerzas para seguir adelante.
Ayúdanos  Señor a descubrir en tu persona
la  huella de Dios y a dejarnos transformar
por  tu mano que siempre es poderosa
por  tu Palabra que siempre es sabia
por  tus caminos, que siempre son seguros
por  tu mirada, que siempre es profunda
por  María,
que  desea siempre el bien de todos nosotros.

Amén.

Exhortación de despedida

Una boda es siempre motivo de alegría. Y Jesús hizo un prodigio –trasformar 600 litros de agua en otro tanto de vino bueno—que evitó la tristeza o el desencanto de los novios. Salgamos con alegría del templo, que siempre hay motivos para alegrarse, a pesar de las dificultades.

 MISA CON NIÑOS

Sección realizada por las catequistas de la Parroquia de San Francisco de El Altet, en Elche, Alicante, España, donde es párroco nuestro colaborador, don Pedro Juan Díaz Zaragoza.

MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días y bienvenidos a todos a esta celebración.

Todos los domingos en nuestra parroquia celebramos una fiesta, venimos al templo y celebramos la FIESTA DE JESÚS. Hoy vamos a estar muy atentos para poder escuchar que a Dios le gusta hacer fiesta, que le gusta estar alegre y que nos ama.

Que lo que más desea Dios es que los hombres vivamos nuestra vida como si fuera una fiesta, una vida repleta de sorpresas, risas juego y alegría.

Para poder estar siempre alegres Jesús nos descubre un pequeño secreto: cuanto más se ama a los demás, más felices seremos y si somos capaces de amar mucho a todos, nuestra vida sí será una auténtica fiesta.

Comenzamos ahora la fiesta de Jesús cantando con mucha alegría y con todas nuestras fuerzas.

PETICIONES DE PERDÓN

1.- Por las veces en las que únicamente pensamos en nosotros mismos y no nos preocupamos de compartir con los demás. Señor, ten piedad.

2.- Por las veces en las que con nuestro comportamiento y con nuestras palabras ponemos tristes a nuestros amigos. Cristo, ten piedad.

3.- Por las veces en las que no damos las gracias a todos los que se preocupan por nosotros; nuestros padres, hermanos, amigos y profesores. Señor, ten piedad.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

En la primera lectura, el profeta Isaías nos explica cómo Dios nos ama a cada uno de nosotros utilizando una comparación: nos dice que Dios nos ama de un modo parecido a como un novio ama a su novia, o un marido a su mujer. Y así como un novio y una novia sienten una gran alegría cuando están juntos, así se alegra Dios de estar junto a nosotros. Escuchemos con atención.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA

La segunda lectura nos recuerda que Dios nos ha hecho muchos regalos: el regalo de la vida, el regalo de nuestra fe, de nuestra inteligencia, de la imaginación, de la alegría, etc. Pero Dios nos ha regalado todo esto para algo muy importante, para compartirlo con los demás.

Y en el evangelio, veremos a Jesús haciendo su primer milagro en una boda. Escuchemos con atención.
PETICIONES

1.- Por la Iglesia y todos los que formamos parte de ella, para que en estos momentos en los que encontramos tanto desánimo y tristeza en nuestro mundo, seamos testimonio de la alegría y del amor de Dios. Roguemos al Señor.

2.- Por los gobernantes, para que gobiernen siempre con justicia y, como María en las bodas de Caná, se dediquen a estar pendientes de las necesidades de todos y cada uno de los ciudadanos. Roguemos al Señor.

3.- Por todos los matrimonios y familias de El Altet para que siempre vivan y se mantengan unidas, aprendiendo a vivir con el amor y la generosidad con la que nos ama Dios. Roguemos al Señor.

4.- Por nosotros, niños y niñas de El Altet, para que nunca nos falte la alegría y la sonrisa, y siempre estemos atentos para intentar alegrar a todos los que nos rodean. Roguemos al Señor.

5.- Por todos los que estamos hoy aquí, para que entendamos que el amor infinito de Dios hacia los hombres, nos transmite la responsabilidad de entregar todo nuestro amor hacia quienes más lo necesitan. Roguemos al Señor.


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