14 de abril de 2013

III Domingo de Pascua 14 de abril de 2013 Moniciones




MONICIÓN DE ENTRADA

Recibid nuestra más cálida bienvenida a la Eucaristía de este III Domingo de Pascua. Y os saludamos con toda la alegría que esta Pascua nos transmite. Jesús ha resucitado y ello es prueba de que el mundo está redimido, aunque a veces no lo parezca. La alegría de la Pascua, la promesa de un futuro de gloria, paz y amor, debe llenar nuestras vidas. Nuestra fe nos dice que es así. Jesús se aparece a sus discípulos en Galilea, le reconocen y Pedro, tras su arrepentimiento, recibe el encargo de afianzar a la Iglesia. Y eso mismo, siguen haciendo sus sucesores. Así el Papa Francisco ha abierto un tiempo de esperanza y humildad. Y ello en estos tiempos de zozobra y de ataques a la Iglesia. Para afianzar es bueno recordar, y contemplar con los ojos del alma, la escena de Jesús y Pedro a la orilla del Mar de Galilea. Qué la celebración de la Pascua nos motive para iniciar la Eucaristía con gozo y alegría entonando el canto de entrada…

MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- La primera lectura, del Libro de los Hechos de los Apóstoles, nos hace preguntarnos qué lugar damos al Señor en nuestra vida y si somos capaces de anteponer las exigencias del evangelio a todo lo demás. Así lo hicieron los apóstoles ante las autoridades religiosas, porque siempre hay que obedecer a Dios antes de los hombres.

S.- Este Salmo 29 originariamente era de agradecimiento al Señor por haber librado de grave enfermedad a los fieles judíos. Después, y tras la victoria de los Macabeos se utilizó como dedicación del Templo de Jerusalén. Para nosotros hoy tiene resonancias de reconciliación ante pecados y faltas pasadas y la curación de nuestras penas de antes.

2.- Seguimos con la lectura del Libro del Apocalipsis donde se nos dice que: “Digno es Cristo de recibir la sabiduría, el honor, la gloria, el poder y la alabanza”; y eso nos da el conocimiento de que podremos sentir, siempre, a Jesús a nuestro lado.

3.- Preparémonos a escuchar el relato del Evangelista Juan sobre la aparición de Jesús Resucitado junto al mar de Tiberíades. Es una escena muy bien narrada, con sentido cinematográfico. Pongámonos junto a los apóstoles en el momento preciso que reconocen a Jesús que les prepara el desayuno en la orilla. Y luego escuchemos la conversación –muy dramática—entre Jesús y Pedro. Ojalá podamos sentirnos como si allí estuviéramos.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Bella, vibrante, profunda es la oración que hoy nos trae el sacerdote navarro, Javier Leoz. Escuchemos con atención.

 ¡POR TU NOMBRE, SEÑOR!

Mantendré firme mi amor y fe  en Ti
para, luego, ser ardiente  antorcha
que irradie luz y paz allá  donde me encuentre
Mantendré firme mi esperanza  en Ti
para que, el hombre que  busca y no encuentra,
sepa que en Ti encontrará  siempre una respuesta


¡POR TU NOMBRE, SEÑOR!

Te amaré hasta el final y,  amándote como Tú mereces,
sembraré de fraternidad y de  perdón mis caminos
de alegría y de belleza los  corazones de los que te anhelan
de regocijo y de seguridad
los rostros cansados de  tantos caminos retorcidos

Amén

Exhortación de despedida

Salgamos del templo alegres, aunque el entorno no nos ayude a ello… La resurrección de Jesús es tema de alegría total porque sabemos que el Resucitado lo hace todo nuevo. Confiemos en la luz de la Pascua y dispongámonos a vivir tiempos mejores.



MISA CON NIÑOS

Sección realizada por las catequistas de la Parroquia de San Francisco de El Altet, en Elche, Alicante, España, donde es párroco nuestro colaborador, don Pedro Juan Díaz Zaragoza.

MONICIÓN DE ENTRADA

Buenos días, hoy celebramos el tercer domingo de Pascua. El Señor ha resucitado y hoy nos quiere animar a estar más alegres, a confiar mucho en Él, y a creer que con su ayuda, hasta lo más inesperado puede convertirse en realidad. Hoy, Jesús nos invita, por medio de su palabra a reconocerle vivo y resucitado, como les pasó a los discípulos junto al lago. Podemos ver a Jesús resucitado en cada persona si le tratamos como a un hermano, como Él nos enseñó. Con esta alegría de la Pascua, vamos a comenzar nuestra celebración cantando.

PETICIONES DE PERDÓN

1. Por las veces que condenamos a otros por sus actos, sin darnos cuenta que Dios nunca nos condena. Señor, ten piedad.

2. Por todas las veces que le mentimos a nuestros padres, profesores y amigos. Cristo, ten piedad.

3. Por todas las veces que despreciamos a otros por ser diferentes a nosotros, sin darnos cuenta que todos somos iguales para Dios. Señor ten piedad.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

En esta lectura veremos como el Señor encomendó a los apóstoles la tarea de contar al mundo que había resucitado. Y esto no era nada fácil, pues lo que el Señor nos pide no siempre coincide con lo que nos piden o esperan de nosotros los demás. Los apóstoles supieron elegir y dar ejemplo de confianza en Jesús, obedeciendo a Dios antes que a los hombres. Vamos a escucharlo.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA

Escuchemos esta segunda lectura con espíritu de oración, uniéndonos en la alabanza que San Juan hace a Jesús resucitado. Y en el Evangelio, Jesús resucitado se aparece a los apóstoles junto al lago y les convierte en misioneros de su Palabra y de su resurrección. Escuchemos con atención.

PETICIONES

1. Por la Iglesia, para que sea siempre la voz de los más desfavorecidos, de los que sufren y de quienes son marginados; para que nunca se canse de denunciar su situación de injusticia, ni de exigir la sensibilización del mundo hacia todos ellos. Roguemos al Señor.

2. Para que todos: gobernantes, políticos y toda la sociedad, dejemos de lado el pesimismo y aprendamos a confiar y escuchar más los consejos que el Señor nos da, dejando que sea él quien guíe nuestros pasos cuando nos vemos tan perdidos. Roguemos al Señor.

3. Por todos nosotros, para que sepamos obedecer a lo que el Señor nos pide antes que a las necesidades de los hombres. Que ante las injusticias, las envidias y el rencor, sepamos elegir el camino del amor sin condición hacia los demás. Roguemos al Señor.
4. Por quienes se sienten desanimados, defraudados o han perdido su camino, para que con ayuda del Señor recobren la esperanza y la fe, siendo testigos de que con Jesús como amigo, todo se puede. Roguemos al Señor.

5. Por los niños de nuestra parroquia, especialmente por los que estamos a punto de hacer la Primera Comunión, por los catequistas, por nuestros papás y mamás, para que aprendamos a confiar en el Señor, ya que con su ayuda, conseguiremos construir día a día un mundo un poquito mejor. Roguemos al Señor.

6. Por los niños del colegio de las Carmelitas, en Bobonaro, en Timor Oriental, y por todas las personas enfermas que acuden al Policlínico “Madre Elisea”, donde estas monjas les atienden con mucho cariño, para que, con nuestra ayuda económica y nuestra oración, lo puedan seguir haciendo cada día mejor. Roguemos al Señor.

OFRENDAS

• Te ofrecemos Señor el vino y el pan, que se van a convertir en tu cuerpo y sangre y en el mejor alimento para nuestra esperanza y nuestra fe.

• Te ofrecemos Señor estos alimentos, para ayudar a las familias que lo necesitan, a través de Caritas.

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