ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 15, 5-6
El Señor es mi herencia y mi cáliz; tú me entregas mi herencia.
ORACIÓN COLECTA
Dios todopoderoso y eterno, que concediste al presbítero San Pío de Pietrelcina la gracia singular de participar en la cruz de tu Hijo y, por su ministerio, renovaste las maravillas de tu misericordia; concédenos, por su intercesión que lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección, al ser asociados a los sufrimientos de Cristo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA Ag 1, 15—2,9
Lectura de la profecía de Ageo. El segundo año de Darío, rey de Persia, el día veintiuno del séptimo mes, la palabra del Señor llegó, por medio del profeta Ageo, en estos términos: «Di a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, a Josué, hijo de lehosadac, el Sumo Sacerdote, y al resto del pueblo: ¿Queda alguien entre ustedes que haya visto esta Casa en su antiguo esplendor? ¿Y qué es lo que ven ahora? ¿No es como nada ante sus ojos? ¡Ánimo, Zorobabel! -oráculo del Señor-. ¡Ánimo, Josué, hijo de lehosadac, Sumo Sacerdote! ¡Ánimo, todo el pueblo del país! -oráculo del Señor-. ¡Manos a la obra! Porque Yo estoy con ustedes -oráculo del Señor de los ejércitos- según el compromiso que contraje con ustedes cuando salieron de Egipto, y mi espíritu permanece en medio de ustedes. ¡No teman! Porque así habla el Señor de los ejércitos: Dentro de poco tiempo, Yo haré estremecer el cielo y la tierra, el mar y el suelo firme. Haré estremecer a todas las naciones: entonces afluirán los tesoros de todas las naciones y llenaré de gloria esta Casa, dice el Señor de los ejércitos. ¡Son míos el oro y la plata! -oráculo del Señor de los ejércitos-. La gloria última de esta Casa será más grande que la primera, dice el Señor de los ejércitos, y en este lugar Yo daré la paz».
Palabra de Dios.
COMENTARIO
En tiempos de reconstrucción, el profeta consuela y alienta. Dios asegura que permanece con su pueblo aún en medio de las dificultades y en la empresa de recuperar el terreno perdido.
SALMO Sal 42,1-4
R. Espero en el Señor y le daré gracias.
Júzgame, Señor, y defiende mi causa contra la gente sin piedad; líbrame del hombre falso y perverso. R.
Si Tú eres mi Dios y mi fortaleza, ¿por qué me rechazas? ¿Por qué tendré que estar triste, oprimido por mí enemigo? R.
Envíame tu luz y tu verdad: que ellas me encaminen y me guíen a tu santa Montaña, hasta el lugar donde habitas. R.
Y llegaré al altar de Dios, el Dios que es la alegría de mi vida; y te daré gracias con la cítara, Señor, Dios mío. R.
ALELUYA Mc 145
Aleluya. El Hijo del hombre vino para servir y dar su vida en rescate por una multitud. Aleluya.
EVANGELIO Lc 9, 18-22
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un día en qué Jesús oraba a solas y sus discípulos estaban con Él, les preguntó: “Quién dice la gente que soy Yo?” Ellos le respondieron: “Unos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los antiguos profetas que ha resucitado”. “Pero ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy Yo?” Pedro, tomando la palabra, respondió: “Tú eres el Mesías de Dios”. Y Él les ordenó terminantemente que no lo anunciaran a nadie, diciéndoles: “El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Entre el texto litúrgico de ayer y el de hoy la liturgia se salta la multiplicación de los panes. Y ahora llega el momento de la pregunta a sus discípulos: ¿Y ustedes quién dicen que soy? Pedro inspirado, no duda. Jesús le aclara que su respuesta no es cuestión de palabras, y los prepara para lo que aún debe venir: la muerte y la resurrección.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios misericordioso, que te dignaste hacer de san Pío de Pietrelcina, una nueva creatura según tu imagen, despojándolo de su antigua condición, concédenos que, renovados también nosotros, podamos ofrecer un sacrificio agradable a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONADECOMUNIÓN Cfr .Mt 19 7-29
Yo les digo: Ustedes que lo dejaron todo y me siguieron, recibirán cien veces más, y poseerán la vida eterna.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por la eficacia de este sacramento te pedimos, Padre, que a ejemplo de san Pío de Pietrelcina, nos conduzcas siempre por el camino de tu amor y perfecciones hasta el día de Cristo Jesús la buena obra que has comenzado en nosotros. El que vive y reina por los siglos de los siglos.