9 de septiembre de 2011

Viernes de la 23ª semana del Tiempo Ordinario Ciclo A.


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 118,137.124
Tú eres justo, Señor, y tus juicios son rectos; trátame conforme a tu bondad.
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que nos has redimido para hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de Padre, para que cuantos hemos creído en Cristo, alcancemos la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
De san Pedro Claver
Dios nuestro, que llamaste a san Pedro Claver al servicio de los esclavos y, para asistirlos, lo fortaleciste con admirable caridad y paciencia, concédenos por su intercesión que, buscando agradar a Jesucristo, amemos a nuestros hermanos con obras y de verdad. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LECTURA 1Tim 1, 1-2. 12-14
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a Timoteo.
Pablo, Apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios, nuestro Salvador, y de Cristo Jesús, nuestra esperanza, saluda a Timoteo, su verdadero hijo en la fe. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Señor. Doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, porque me ha fortalecido y me ha considerado digno de confianza, llamándome a su servicio a pesar de mis blasfemias, persecuciones e insolencias anteriores. Pero fui tratado con misericordia, porque cuando no tenía fe, actuaba así por ignorancia. Y sobreabundó en mí la gracia de nuestro Señor, junto con la fe y el amor de Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
En la eclesiología paulina, una vez más, queda claro que las vocaciones y los ministerios provienen de Dios. En la Iglesia no hay lugar para los auto programados o para los que buscan puestos por interés personal.
SALMO Sal 15, 1-2.5.7-8. 11
R. ¡Tú eres la parte de mi herencia, Señor!
Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. Yo digo al Señor: “Señor, Tú eres mi bien”. El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz, ¡Tú decides mi suerte! R.
Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia! Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré. R.
Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. R.
ALELUYA Cfr. Jn 17, 17
Aleluya. Tu palabra, Señor, es verdad; conságranos en la verdad. Aleluya.
EVANGELIO Lc 6, 37-42
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: «No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes». Les hizo también esta comparación: «Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo? El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro. ¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano».
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Jesús Maestro enseña a sus discípulos ir más allá de lo que los otros hacen por nosotros. Señala un modo práctico para romper aquello que, el ahora beato Juan Pablo II, llamaba “los espirales de la violencia”. Es la vivencia práctica y concreta del amor que cuando es entregado retroalimenta, el amor en los demás.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios nuestro, fuente del amor sincero y de la paz, concédenos glorificar tu nombre con estas ofrendas que te presentamos; y por la participación en la eucaristía, ayúdanos a vivir unidos en un sólo corazón. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN 8,12
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Señor nuestro, que alimentas y vivificas a tus fieles con tu palabra y con los sacramentos del cielo, concédenos aprovechar de tal manera estos dones de tu Hijo amado que merezcamos participar siempre de su vida divina. El que vive y reina por los siglos de los siglos.