El peligro de creerse bueno
Mt 21,28-32
Como tantas veces, también hoy Jesús arremete contra los fariseos, contra ese fariseo que hay dentro de cada uno de nosotros, para quienes se proclama el evangelio: “los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él”, es decir, los publicanos y las prostitutas nos llevan la delantera en el camino del Reino de Dios”.
Los fariseos no se convirtieron ante la predicación de Jesús porque se creían buenos, porque “cumplían” con la Ley; por eso no necesitaban de Jesucristo. También es ese nuestro peligro: creernos buenos, sentirnos satisfechos de nosotros mismos, cuando la realidad es que estamos muy lejos de ser lo que Dios quiere que seamos. Hemos de huir como de la peste de pensar que ya hemos hecho bastante. El amor de Dios y de los hermanos no conoce límites y el que ha entrado por los caminos del Reino reconoce que tiene un horizonte inmenso por recorrer, tan amplio como la inmensidad de Dios.
Lo que Jesús alaba en los publicanos y prostitutas no es su pecado, sino que han sabido reconocer su pecado y cambiar para entregarse del todo a Dios. En cambio, el fariseo al creerse bueno, se queda encerrado en su mezquindad sin recibir a Cristo. Todos tenemos el peligro de quedarnos en las buenas palabras – como el segundo hijo de la parábola –, sin entregarnos en realidad al amor del Padre y a su voluntad y rechazando en el fondo a Cristo. (FGD)
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Dn 3, 31.29.30.43.42
Todo lo que hiciste con nosotros, Señor, es verdaderamente justo, porque pecamos contra ti y no obedecimos tu ley; pero glorifica tu nombre, tratándonos según tu gran misericordia.
PREPARACION PENITENCIAL
En el día en que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y sobre la muerte, confesemos nuestra necesidad de la misericordia del Padre para morir al pecado y resucitar a la vida nueva. Oremos diciendo:
- Tú, que esperas que nos convirtamos. Señor, ten piedad.
- Tú, que nos das tu perdón y tu fuerza. Cristo, ten piedad.
- Tú, que con tu palabra nos conduces a la vida. Señor, te piedad.
S. Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
GLORIA
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que manifiestas tu poder sobre todo en la misericordia y el perdón, derrama sin cesar tu gracia sobre nosotros, para que, deseando tus promesas, nos hagas participar de los bienes celestiales. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Ez 18, 24-28
Lectura de la profecía de Ezequiel.
Esto dice el Señor: Si el justo se aparta de su justicia y comete el mal, imitando todas las abominaciones que comete el malvado, ¿acaso vivirá? Ninguna de las obras justas que haya hecho será recordada: a causa de la infidelidad y del pecado que ha cometido, morirá. Ustedes dirán:
«El proceder del Señor no es correcto». Escucha, casa de Israel: ¿Acaso no es el proceder de ustedes, y no el mío, el que no es correcto? Cuando el justo se aparta de su justicia, comete el mal y muere, muere por el mal que ha cometido. Y cuando el malvado se aparta del mal que ha cometido, para practicar el derecho y la justicia, él mismo preserva su vida. Él ha abierto los ojos y se ha convertido de todas las ofensas que había cometido: por eso, seguramente vivirá, y no morirá.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
El profeta está viviendo en el exilio. E invita a perseverar en el bien o, en cambio, a dar la vuelta cuando se está equivocado. La obediencia a Dios, camino de una auténtica libertad, responde a estas indicaciones que nos ayudan a salir de nuestras esclavitudes.
SALMO Sal 24, 4-9
R. Acuérdate, Señor, de tu compasión.
Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos. Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque Tú eres mi Dios y mi salvador, y yo espero en ti todo el día. R.
Acuérdate, Señor, de tu compasión y de tu amor, porque son eternos. No recuerdes los pecados ni las rebeldías mi juventud: por tu bondad, Señor, acuérdate de mí según tu fidelidad. R.
El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; Él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres. R.
SEGUNDA LECTURA Flp 2, 1-11
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos.
Hermanos: Si la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si algo vale el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu, o la ternura y la compasión, les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento. No hagan nada por interés ni por vanidad, y que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos. Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino también el de los demás. Vivan con los mismos sentimientos que hay en Cristo Jesús. El, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo, tomando la condición de servidor y haciéndose semejante a los hombres. Y presentándose con aspecto humano, se humilló hasta aceptar por obediencia la muerte y muerte de cruz. Por eso, Dios lo exaltó y le dio el Nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y toda lengua proclame para gloria de Dios Padre: «Jesucristo es el Señor».
Palabra de Dios.
COMENTARIO
San Pablo propone, el ejemplo de Cristo Jesús, a los dirigentes filipenses. Y les invita a no caer en la tentación de dejarse dominar por propios intereses, y así lograr la anhelada comunidad servicial, fraterna y misionera.
ALELUYA Jn 10, 27
Aleluya. «Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen», dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mt 21, 28-32
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a los sumos sacerdotes ya los ancianos del pueblo: « ¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: “Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña”. El respondió:
“No quiero”. Pero después se arrepintió y fue. Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y éste le respondió: “Voy, Señor”, pero no fue. ¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?» «El primero», le respondieron. Jesús les dijo: «Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios. En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él».
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Con un ejemplo familiar, Jesús cuestiona a las autoridades religiosas sobre su modo de entender la obediencia a Dios. El sí dado con la boca no alcanza, siempre debe completarse en la vida. Los así llamados “desobedientes” (los publicanos y prostitutas) al final son más obedientes que los que prometieron sólo con la boca. ¿Dónde y cómo andamos?
CREDO
ORACION UNIVERSAL
· Por toda la Iglesia, por todos aquellos que quieren seguir a Jesucristo con fidelidad. Oremos.
· Por el Papa, por nuestro obispo y por todos los obispos del mundo. Oremos.
· Por los hombres y mujeres del mundo entero, principalmente por aquellos que sufren las consecuencias de una riqueza mal repartida. Oremos.
· Por todos los que, movidos por el amor, trabajan por el bien de sus hermanos. Oremos.
· Por los ancianos, los enfermos y los que se encuentran solos. Oremos.
· Por los que ahora estamos reunidos para esta eucaristía, compartiendo la alegría de la fe. Oremos.
S. Escucha, Padre nuestra oración. Haznos cada vez más fieles a tu amor, siguiendo el camino de tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Dios misericordioso, concédenos que nuestra ofrenda te sea aceptable, y que, mediante ella, se nos abra la fuente de toda bendición. Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cfr. Sal 1149-5O
Acuérdate, Señor, de la palabra que diste a tu servidor, ella me infunde esperanza y consuelo en mi dolor.
O bien: 1 Jn 3, 16
En esto hemos conocido el amor de Dios: que él entregó su vida por nosotros. Por eso, también nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Por esta eucaristía que hemos celebrado, renueva, Señor, nuestro cuerpo y nuestro espíritu, para que participemos de la herencia gloriosa de tu Hijo, cuya muerte anunciamos y compartimos. El que vive y reina por los siglos de los siglos.