Lecturas
Jueves 14 de Julio del 2011
Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo (3,13-20):
En aquellos días, Moisés, después de oír la voz del Señor desde la zarza ardiendo, le replicó: «Mira, yo iré a los israelitas y les diré: "El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros." Si ellos me preguntan cómo se llama, ¿qué les respondo?»
Dios dijo a Moisés: «"Soy el que soy"; esto dirás a los israelitas: "Yo-soy me envía a vosotros."»
Dios añadió: «Esto dirás a los israelitas: "Yahvé (Él-es), Dios de vuestros padres, Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob, me envía a vosotros. Este es mi nombre para siempre: así me llamaréis de generación en generación." Vete, reúne a los ancianos de Israel y diles: "El Señor, Dios de vuestros padres, de Abrahán, de Isaac y de Jacob, se me ha aparecido y me ha dicho: 'Os tengo presentes y veo cómo os tratan los egipcios. He decidido sacaros de la opresión egipcia y llevaros al país de los cananeos, hititas, amorreos, fereceos, heveos y jebuseos, a una tierra que mana leche y miel'." Ellos te harán caso, y tú, con los ancianos de Israel, te presentarás al rey de Egipto y le diréis: "El Señor Dios de los hebreos nos ha encontrado, y nosotros tenemos que hacer un viaje de tres jornadas por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios." Yo sé que el rey de Egipto no os dejará marchar si no es a la fuerza; pero yo extenderé la mano, heriré a Egipto con prodigios que haré en el país, y entonces os dejará marchar.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 104,1.5.8-9.24-25.26-27
R/. El Señor se acuerda de su alianza eternamente
Dad gracias al Señor, invocad su nombre,
dad a conocer sus hazañas a los pueblos.
Recordad las maravillas que hizo,
sus prodigios, las sentencias de su boca. R/.
Se acuerda de su alianza eternamente,
de la palabra dada, por mil generaciones;
de la alianza sellada con Abrahán,
del juramento hecho a Isaac. R/.
Dios hizo a su pueblo muy fecundo,
más poderoso que sus enemigos.
A éstos les cambió el corazón
para que odiasen a su pueblo,
y usaran malas artes con sus siervos. R/.
Pero envió a Moisés, su siervo,
y a Aarón, su escogido,
que hicieron contra ellos sus signos,
prodigios en la tierra de Cam. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,28-30):
En aquel tiempo, exclamó Jesús: «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio
Fernando González
Queridos amigos y amigas:
Moisés insiste en conocer el nombre de Dios, necesita credenciales para su misión. El nombre que mejor le cuadra es el de “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”; es decir, el de un Dios que acompaña al pueblo.
Me pregunto si esta imagen del “Dios de los padres”, correctamente entendida, no es un bálsamo para todos aquellos que, en la búsqueda de Dios, se encuentran –como dice el evangelio de hoy- cansados y agobiados.
El “Dios de los padres” hace referencia a un amor providente que guía a la humanidad, que se ha manifestado en la “puesta en marcha” de esta colosal joya que es el universo, en la emergencia de la vida, en el “principio antrópico” que hace posible la aparición del ser humano, ... en la encarnación del Hijo.
Es difícil que un científico, habituado a describir cómo son las cosas, se atreva a decir una palabra acerca de lo que realmente son y menos aún acerca de por qué son. En este sentido, admiro la humildad de muchos hombres de ciencia que, como les gusta decir a ellos mismos, se “atienen a los hechos”. Pero esto es sólo una pequeña parte de la búsqueda humana y no precisamente la más importante. La competencia del científico se ve enriquecida por la búsqueda del filósofo y, sobre todo, por la experiencia del místico.
¿Podremos en este siglo XXI emprender una búsqueda verdaderamente interdisciplinar o seguiremos prisioneros de nuestro propio “punto de vista”?
Vuestro hermano en la fe:
Fernando González
Liturgia Viva
Introducción
La Biblia canta las glorias del Monte Carmelo, ya que el profeta Elías había permanecido allí para conservar y promover la pureza de la fe de Israel. En el siglo XII D.C., un grupo de eremitas se retiró a esta montaña y posteriormente fundaron la Orden de los Carmelitas, que se dedicaría a la vida contemplativa bajo el patronazgo de María, Madre de Dios.
Colecta
Señor Dios nuestro:
María, la madre de tu Hijo Jesucristo,
estuvo siempre abierta a la palabra de Dios
con una mente y un corazón
llenos de fe y de confianza.
Hoy, en este día en que la honramos
bajo el título de Nuestra Señora del Carmen,
queremos confiarnos a ti como ella lo hizo,
meditar tus palabras y buscar en todo tu voluntad.
Haz que tu voluntad sea la nuestra,
que nos lleves a tu casa celestial guiados por aquél
que buscó siempre y en todo tu voluntad,
Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, Dios nuestro:
Este pan y este vino
son signos de que
estamos dispuestos a buscar tu voluntad,
siempre unidos a Jesús y a María,
Permítenos participar en esta mesa santa
como familiares suyos, hermanos y hermanas,
y seguirles en su camino de fidelidad
hacia ti, Dios nuestro
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Haz que sepamos, como María,
rumiar y meditar en nuestro corazón
la palabra que Jesús nos ha proclamado hoy,
Que su mensaje guíe nuestras vidas
e ilumine todo lo que hagamos.
Y que el pan reconfortante de tu Hijo, la eucaristía,
nos dé la voluntad y el valor
para hacer del evangelio
el fundamento de nuestras vidas.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.