26 de enero de 2013

Sábado de la 2ª semana del Tiempo Ordinario. Ciclo C



Santos: Timoteo de Listra y Tito de Cilicia, obispos; Paula de Roma, viuda y Roberto Molesmes fundador.

Vísperas I del domingo: 3a semana del Salterio. Tomo III: pp. 1019 y 75. Para los fieles: pp. 642 y 392. Edición popular: pp. 202 y 460. Memoria (Blanco)

LA FAMILIA Y LOS CREYENTES
2 Tm 1,1-8; Mc 3,20-21
Una situación por demás sorprendente apreciamos entre estas lecturas, a propósito de la relación de los creyentes con su familia. En la Segunda Carta de Timoteo, el autor elogia el apoyo y el testimonio que los antepasados de Timoteo, en particular su madre y su abuela, le compartieron. Por su fe sólida, el apóstol Pablo le encomienda la organización de la Iglesia dc Creta. La fe de Timoteo podrá sobreponerse a las dificultades afianzándose en el testimonio recibido de su familia materna. En el Evangelio de san Marcos, encontramos una escena por demás desconcertante, puesto que nos informa que los parientes próximos del Señor Jesús estaban más que escandalizados por su conducta, al punto que querían encerrarlo, porque juzgaban que además de haber perdido la cordura, estaba convirtiéndose en motivo de deshonra para ellos. El Señor Jesús se sobrepuso a aquellos desaires y malentendidos y mantuvo su fidelidad at Padre por encima de la lealtad a la autoridad de su propia familia.

ANTÍFONA DE ENTRADA (1 S 2, 35)
Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.

ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que hiciste dignos seguidores de san Pablo a tus santos obispos Timoteo y Tito, concédenos, por su intercesión, amarte y servirte en nuestros prójimos para que podamos llegar al cielo, nuestra patria. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA
Recuerdo tú fe sincera.

De la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo: 1, 1-8

Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, conforme a la promesa de vida que hay en Cristo Jesús, a Timoteo, hijo querido. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Cuando de noche y de día te recuerdo en mis ORACIÓN es, le doy gracias a Dios, a quien sirvo con una conciencia pura, como lo aprendí de mis antepasados. No puedo olvidar tus lágrimas al despedirnos y anhelo volver a verte para llenarme de alegría, pues recuerdo tu fe sincera, esa fe que tuvieron tu abuela Loida y tu madre Eunice, y que estoy seguro que también tienes tú.
Por eso te recomiendo que reavives el don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos. Porque el Señor no nos ha dado un espíritu de temor, sino de fortaleza, de amor y de moderación. No te avergüences, pues, de dar testimonio de nuestro Señor, ni te avergüences de mí, que estoy preso por su causa. Al contrario, comparte conmigo los sufrimientos por la predicación del Evangelio, sostenido por la fuerza de Dios. 

Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Comentario:
Desterrados de Jerusalén los destinatarios de la carta, no podían participar ya de la fiesta judía de la Expiación. Pero, el autor les muestra que Cristo abolió dicha fiesta. En efecto, Cristo entró en el santuario, mucho más auténtico que el del Templo y entró para siempre. Por la ofrenda de su vida abolió el pecado una vez por todas. La cruz es un acontecimiento que ha modificado, de forma irreversible, la historia de la humanidad: la solidaridad en el fracaso deja lugar, en adelante, a la solidaridad en el amor.


Del salmo 95 R/. Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo. R/.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas. R/.
Alaben al Señor, pueblos del orbe, reconozcan su gloria y su poder y tribútenle honores a su nombre. R/.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. El afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia. R/.



ACLAMACIÓN (Cfr. Hch 16, 14) R/. Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que aceptemos las palabras de tu Hijo. R/.


Sus parientes decían que se había vuelto loco.

Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-21
En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

Comentario:
Marcos hace recaer hoy la atención sobre un grupo específico: los parientes de Jesús. Este grupo no parece haber comprendido su mensaje ni sentirse especialmente orgulloso de pertenecer a su familia. Ante lo que oyen y ven se sienten perplejos. Cae sobre el Maestro la crítica y condena con la que en algunas familias se estigmatiza a un miembro como ‘oveja negra”. Y quieren llevárselo, porque piensan que se ha vuelto loco. Ojala que el mundo se contagie de esta locura y se multipliquen los locos al estilo de Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las ofrendas que te presentamos en la festividad de los santos obispos Timoteo y Tito y concédenos obtener por ellas, como lo esperamos, el auxilio de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 10, 10)
Yo vine al mundo, para que tengan vida y la tengan en abundancia, dice el Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Dios y Padre nuestro, que el memorial que hemos celebrado con piedad nos obtenga plenamente tu perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.