13 de enero de 2013

Domingo del Bautismo del Señor 13 de enero de 2013 Moniciones




MONICIÓN DE ENTRADA

Os deseamos paz y alegría en este inicio de la Eucaristía del Bautismo del Señor. El pasado domingo –hace una semana—veíamos a Jesús Niño recostado en el pesebre de Belén mientras que los Reyes de Oriente le adoraban y traían regalos. Hoy le vamos a contemplar ya como hombre, junto al Jordán, y esperando el turno, como uno más, para ser bautizado por Juan Bautista. Ha pasado mucho tiempo en ocho días. Y si la Epifanía era la manifestación de Dios, por medio de un niño, a los pueblos gentiles. Hoy, Dios, en el momento del bautismo ofrece a la humanidad a su Hijo Único para que seamos salvados. Ambas fiestas se parecen, aunque la de hoy sea una frontera clara entre el Tiempo de Navidad y el Tiempo Ordinario. Hoy Jesús, ante nosotros, inicia su vida pública, y nos acompañará durante semanas. Iniciemos, pues, con emoción y alegría nuestra asamblea dominical. Y como decíamos mañana mismo iniciamos el Tiempo de Navidad en su primer tramo que nos llevará el tiempo de cuaresma que iniciaremos el 13 de febrero –en un mes—con el Miércoles de Ceniza

 MONICIONES SOBRE LAS LECTURAS

1.- El Profeta Isaías, en la primera lectura, nos enseña como será el Mesías, todo suavidad. “El pábilo vacilante no lo apagará”. El pábilo es esa llama que pugna por seguir ardiendo y que cualquier golpe de aire puede apagarla. El Mesías no lo hará. En este fragmento del capítulo 42 del profeta Isaías se hace una hermosa descripción de Jesucristo y, además, añade que será nuestro liberador y quien dará luz a nuestros ojos.

S.- El Salmo 28 refleja la admiración del pueblo de Dios ante el Supremo Hacedor que reina con su fuerza sobre la tormenta. El título del salmo es, precisamente, “Dios en la tempestad”. Y es en esa fuerza de la naturaleza donde se demuestra visiblemente su fuerza, la cual pone a la disposición de su pueblo para que sea feliz. A nosotros hoy nos acerca a esa seguridad que necesitamos en estos tiempos tan difíciles.

2.- En la segunda lectura, sacada del capítulo diez de los Hechos de los Apóstoles, Pedro se refiere, por su parte, al papel del Salvador, “que pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos” y hacer referencia al bautismo de Juan. Para añadir que Dios acepta a todos y no hace distinciones aceptándonos a todos. Estamos ante un texto de gran hondura y frutos de importante enseñanza.

3.- San Lucas nos dice que el pueblo estaba en expectación. Esperaban al Mesías. Juan lo anuncia, pero no se atribuye ninguna gloria personal. Jesús se bautizó junto a sus hermanos, junto a todo el pueblo. Y, entonces, Dios habló. Y todos, los hombres y la historia, supimos que nuestra salvación había llegado.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Una semana más el sacerdote navarro Jesús Leoz nos ofrecer esta bella oración para los momentos final de nuestra Eucaristía de hoy

TÚ, SEÑOR…

Tú, Señor, nos das una forma de entender la vida
Tú, Señor, nos das el secreto de la felicidad
Tú, Señor, con tu Bautismo
cargas con todas nuestras flaquezas y miserias.
Dios, sobre tus hombros, pone el futuro de nuestra humanidad:
¡Redímela con tu testimonio y sacrificio!
¡Rescátala de las incertidumbres que la asolan!
¡Recupérala de aquellos falsos dioses ante los que se postra!
Tú, Jesús, que eres preferido, amado, tocado por el Espíritu
haz que, también nosotros,
sintamos el calor de la gloria del Padre
que no es otra que la comunión del Hijo con el Espíritu Santo.

Amén

Exhortación de despedida

La humildad de Jesús al dejarse bautizar por Juan como si fuera un pecador más ha de ser un mensaje claro para nuestra vida. Hemos de reconocer nuestra fragilidad y permanente cercanía al pecado, pero también hemos de tener la esperanza total que el Señor nos acompaña en nuestra luchas como nos acompañó en nuestro propio bautismo

MISA CON NIÑOS

Sección realizada por las catequistas de la Parroquia de San Francisco de El Altet, en Elche, Alicante, España, donde es párroco nuestro colaborador, don Pedro Juan Díaz Zaragoza.

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos todos a esta Eucaristía. Ya han pasado las celebraciones de Navidad, en las que el Niño Jesús nació en el pesebre de Belén y fue adorado por los Reyes Magos. Hoy vamos a celebrar su bautismo. Además, los niños que vamos a hacer la primera Comunión, vamos a renovar las promesas que nuestros padres hicieron el día de nuestro bautismo. Vamos a decir que queremos ser amigos de Jesús para siempre y que seremos como la sal y la luz, para dar el “sabor” y la “luz” de Jesús al mundo. Fuimos bautizados para seguir los pasos de Jesús. Comenzamos esta celebración cantando, porque hoy es fiesta en la Iglesia: ¡Celebramos el bautizo del niño que nació en Belén!

PETICIONES DE PERDÓN

• Por las veces en que nos olvidamos de que el Bautismo nos ha hecho amigos tuyos. Señor ten piedad.

• Por las veces en que no vivimos como hijos amados y preferidos de Dios. Cristo ten piedad.

• Por las veces en que no somos la “sal” y la “luz” de Jesús para los demás. Señor ten piedad.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

En la primera lectura, el profeta Isaías nos habla del Mesías, elegido por Dios para ser luz y ayuda para los que están pasando por momentos difíciles. Eso es lo que Jesús, después, hará durante toda su vida. Escuchemos.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA

Esta segunda lectura nos recuerda que Dios no hace distinciones, sino que nos quiere a todos por igual porque somos sus hijos y Dios es como un buen Padre.

En el Evangelio escucharemos como Jesús se bautizó y recibió el Espíritu Santo. Ese mismo Espíritu Santo es el que recibimos también nosotros cuando fuimos bautizados. Escuchemos atentos también el Evangelio que nos va a contar como fue el bautismo de Jesús.

PETICIONES

1. Por la Iglesia, en la que hemos recibido nuestro bautismo, para que todos los que la componemos nos abramos a la fuerza que nos trae el Espíritu Santo. Roguemos al Señor.

2. Por todos los que en este año van a ser bautizados, por sus padres y padrinos, para que se comprometan a ofrecerles una vida cristiana adecuada. Roguemos al Señor.

3. Por nuestra parroquia, para que todos los que la formamos nos sintamos amados y elegidos por Dios, al igual que Jesús, y respondamos a ese amor ayudando a los demás. Roguemos al Señor.

4. Por todas las familias, para que se preocupen de los más pequeños y jóvenes y nos ayuden a crecer en sabiduría, estatura y gracia ante Dios, como Jesús. Roguemos al Señor.

5. Por los niños y niñas que vamos a hacer la primera Comunión y que hoy hemos renovado las promesas de nuestro bautismo, para que con la ayuda de nuestros padres y padrinos, seamos mejores cristianos, siendo la sal y la luz de Jesús para los demás. Roguemos al Señor.



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