MONICIÓN DE ENTRADA
Os deseamos paz y
alegría en este inicio de la Eucaristía del Bautismo del Señor. El pasado
domingo –hace una semana—veíamos a Jesús Niño recostado en el pesebre de Belén
mientras que los Reyes de Oriente le adoraban y traían regalos. Hoy le vamos a
contemplar ya como hombre, junto al Jordán, y esperando el turno, como uno más,
para ser bautizado por Juan Bautista. Ha pasado mucho tiempo en ocho días. Y si
la Epifanía era la manifestación de Dios, por medio de un niño, a los pueblos
gentiles. Hoy, Dios, en el momento del bautismo ofrece a la humanidad a su Hijo
Único para que seamos salvados. Ambas fiestas se parecen, aunque la de hoy sea
una frontera clara entre el Tiempo de Navidad y el Tiempo Ordinario. Hoy Jesús,
ante nosotros, inicia su vida pública, y nos acompañará durante semanas.
Iniciemos, pues, con emoción y alegría nuestra asamblea dominical. Y como
decíamos mañana mismo iniciamos el Tiempo de Navidad en su primer tramo que nos
llevará el tiempo de cuaresma que iniciaremos el 13 de febrero –en un mes—con
el Miércoles de Ceniza
MONICIONES SOBRE LAS
LECTURAS
1.- El Profeta Isaías, en la primera lectura, nos enseña como será el
Mesías, todo suavidad. “El pábilo vacilante no lo apagará”. El pábilo es esa
llama que pugna por seguir ardiendo y que cualquier golpe de aire puede
apagarla. El Mesías no lo hará. En este fragmento del capítulo 42 del profeta
Isaías se hace una hermosa descripción de Jesucristo y, además, añade que será
nuestro liberador y quien dará luz a nuestros ojos.
S.- El Salmo 28 refleja la admiración del pueblo de Dios ante el
Supremo Hacedor que reina con su fuerza sobre la tormenta. El título del salmo
es, precisamente, “Dios en la tempestad”. Y es en esa fuerza de la naturaleza
donde se demuestra visiblemente su fuerza, la cual pone a la disposición de su
pueblo para que sea feliz. A nosotros hoy nos acerca a esa seguridad que
necesitamos en estos tiempos tan difíciles.
2.- En la segunda lectura, sacada del capítulo diez de los Hechos de
los Apóstoles, Pedro se refiere, por su parte, al papel del Salvador, “que pasó
haciendo el bien y curando a los oprimidos” y hacer referencia al bautismo de
Juan. Para añadir que Dios acepta a todos y no hace distinciones aceptándonos a
todos. Estamos ante un texto de gran hondura y frutos de importante enseñanza.
3.- San Lucas nos dice que el pueblo estaba en expectación. Esperaban
al Mesías. Juan lo anuncia, pero no se atribuye ninguna gloria personal. Jesús
se bautizó junto a sus hermanos, junto a todo el pueblo. Y, entonces, Dios
habló. Y todos, los hombres y la historia, supimos que nuestra salvación había
llegado.
Lectura de Postcomunión
MONICIÓN
Una semana más el
sacerdote navarro Jesús Leoz nos ofrecer esta bella oración para los momentos
final de nuestra Eucaristía de hoy
TÚ, SEÑOR…
Tú, Señor, nos das
una forma de entender la vida
Tú, Señor, nos das
el secreto de la felicidad
Tú, Señor, con tu
Bautismo
cargas con todas
nuestras flaquezas y miserias.
Dios, sobre tus
hombros, pone el futuro de nuestra humanidad:
¡Redímela con tu
testimonio y sacrificio!
¡Rescátala de las
incertidumbres que la asolan!
¡Recupérala de
aquellos falsos dioses ante los que se postra!
Tú, Jesús, que eres
preferido, amado, tocado por el Espíritu
haz que, también
nosotros,
sintamos el calor de
la gloria del Padre
que no es otra que
la comunión del Hijo con el Espíritu Santo.
Amén
Exhortación de despedida
La humildad de Jesús
al dejarse bautizar por Juan como si fuera un pecador más ha de ser un mensaje
claro para nuestra vida. Hemos de reconocer nuestra fragilidad y permanente
cercanía al pecado, pero también hemos de tener la esperanza total que el Señor
nos acompaña en nuestra luchas como nos acompañó en nuestro propio bautismo
MISA CON NIÑOS
Sección realizada
por las catequistas de la Parroquia de San Francisco de El Altet, en Elche,
Alicante, España, donde es párroco nuestro colaborador, don Pedro Juan Díaz
Zaragoza.
MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos todos a
esta Eucaristía. Ya han pasado las celebraciones de Navidad, en las que el Niño
Jesús nació en el pesebre de Belén y fue adorado por los Reyes Magos. Hoy vamos
a celebrar su bautismo. Además, los niños que vamos a hacer la primera
Comunión, vamos a renovar las promesas que nuestros padres hicieron el día de
nuestro bautismo. Vamos a decir que queremos ser amigos de Jesús para siempre y
que seremos como la sal y la luz, para dar el “sabor” y la “luz” de Jesús al
mundo. Fuimos bautizados para seguir los pasos de Jesús. Comenzamos esta celebración
cantando, porque hoy es fiesta en la Iglesia: ¡Celebramos el bautizo del niño que nació en Belén!
PETICIONES DE PERDÓN
• Por las veces en
que nos olvidamos de que el Bautismo nos ha hecho amigos tuyos. Señor ten piedad.
• Por las veces en
que no vivimos como hijos amados y preferidos de Dios. Cristo ten piedad.
• Por las veces en
que no somos la “sal” y la “luz” de Jesús para los demás. Señor ten piedad.
MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA
En la primera
lectura, el profeta Isaías nos habla del Mesías, elegido por Dios para ser luz
y ayuda para los que están pasando por momentos difíciles. Eso es lo que Jesús,
después, hará durante toda su vida. Escuchemos.
MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA
Esta segunda lectura
nos recuerda que Dios no hace distinciones, sino que nos quiere a todos por
igual porque somos sus hijos y Dios es como un buen Padre.
En el Evangelio
escucharemos como Jesús se bautizó y recibió el Espíritu Santo. Ese mismo
Espíritu Santo es el que recibimos también nosotros cuando fuimos bautizados.
Escuchemos atentos también el Evangelio que nos va a contar como fue el
bautismo de Jesús.
PETICIONES
1. Por la Iglesia, en la que hemos recibido nuestro bautismo, para
que todos los que la componemos nos abramos a la fuerza que nos trae el
Espíritu Santo. Roguemos al Señor.
2. Por todos los que en este año van a ser bautizados, por sus padres
y padrinos, para que se comprometan a ofrecerles una vida cristiana adecuada. Roguemos al Señor.
3. Por nuestra parroquia, para que todos los que la formamos nos
sintamos amados y elegidos por Dios, al igual que Jesús, y respondamos a ese
amor ayudando a los demás. Roguemos al
Señor.
4. Por todas las familias, para que se preocupen de los más pequeños
y jóvenes y nos ayuden a crecer en sabiduría, estatura y gracia ante Dios, como
Jesús. Roguemos al Señor.
5. Por los niños y niñas que vamos a hacer la primera Comunión y que
hoy hemos renovado las promesas de nuestro bautismo, para que con la ayuda de nuestros
padres y padrinos, seamos mejores cristianos, siendo la sal y la luz de Jesús
para los demás. Roguemos al Señor.
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