ANTÍFONA DE EN TRADA Cf. Mt 25, 34.36.40
Vengan, benditos de mi Padre, dice el Señor. Estuve enfermo y me vistieron. Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que diste a santa Isabel el don de reconocer y venerar a Cristo en los pobres; concédenos, por su intercesión, servir a los necesitados y afligidos con incansable caridad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos
LECTURA 1Mac 2, 15-29
Lectura del primer libro de los Macabeos.
En aquellos días: Los delegados del rey Antíoco, encargados de imponer la apostasía, llegaron a la ciudad de Modín para exigir que se ofrecieran los sacrificios. Se presentaron muchos israelitas, pero Matatías y sus hijos se agruparon aparte. Entonces los enviados del rey fueron a decirle: “Tú eres un jefe ilustre y gozas de autoridad en esta ciudad, respaldado por hijos y hermanos. Sé el primero en acercarte a ejecutar la orden del rey, como lo han hecho todas las naciones, y también los hombres de Judá y los que han quedado en Jerusalén. Así tú y tus hijos serán contados entre los amigos del rey y gratificados con plata, oro y numerosos regalos”. Matatías respondió en altavoz: “Aunque todas las naciones que están bajo el dominio del rey lo obedezcan y abandonen el culto de sus antepasados para someterse a sus órdenes, yo, mis hijos y mis hermanos nos mantendremos fieles a la Alianza de nuestros padres. El Cielo nos libre de abandonar la Ley y los preceptos. Nosotros no acataremos las órdenes del rey desviándonos de nuestro culto, ni a la derecha ni a la izquierda”. Cuando acabó de pronunciar estas palabras un judío se adelantó a la vista de todos, para ofrecer un sacrificio sobre el altar de Modín, conforme al decreto del rey. Al ver esto, Matatías se enardeció de celo y se estremecieron sus entrañas, y dejándose llevar por una justa indignación, se abalanzó y lo degolló sobre el altar. Ahí mismo mató al delegado real que obligaba a ofrecer los sacrificios y destruyó el altar. Así manifestó su celo por la Ley, como lo había hecho Pinjás con Zimrí, hijo de Salú. Luego comenzó a gritar por la ciudad con todas sus fuerzas:
“Todo el que sienta celo por la Ley y quiera mantenerse fiel a la Alianza, que me siga”. Y abandonando todo lo que poseían en la ciudad, él y sus hijos huyeron a las montañas. Entonces muchos judíos, amantes de la justicia y el derecho, se retiraron al desierto para establecerse allí.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
No comprendemos bien cómo una guerra puede recibir el calificativo de «santa». Pero Matatías la invoca en su resistencia contra Antíoco Epífanes en defensa de las tradiciones religiosas nacionales. Matatías y los suyos huyen a la montaña y se hacen guerrilleros, defendiendo sus derechos y su fe desde las convicciones profundas que les inspira su fidelidad al Señor. La defensa de los indefensos puede plantearse como una exigencia inaplazable de la caridad solidaria. Jesús, sin embargo, prefirió su muerte a la de los otros.
SALMO Sal 49, 1-2.5-6. 14-15
R. El que va por el buen camino verá al Señor.
El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso. El Señor resplandece desde Sión, que es el dechado de toda hermosura. R.
“Reúnanme a mis amigos, a los que sellaron mi Alianza con un sacrificio”. ¡Que el cielo proclame su justicia, porque el Señor es el único Juez! R.
“Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza y cumple tus votos al Altísimo; invócame en los momentos de peligro:
Yo te libraré, y tú me glorificarás”. R.
ALELUYA Cfr. Sal 94, 7. 8
Aleluya. Escuchen la voz del Señor, no endurezcan su corazón. Aleluya.
EVANGELIO Lc 19, 41-44
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, se puso a llorar por ella, diciendo: “Si tú también hubieras comprendido en este día el mensaje de paz! Pero ahora está oculto a tus ojos. Vendrán días desastrosos para ti, en que tus enemigos te cercarán con empalizadas, te sitiarán y te atacarán por todas partes. Te arrasarán junto con tus hijos, que están dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has sabido reconocer el tiempo en que fuiste visitada por Dios”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
El Maestro lloró sobre Jerusalén ante un destino que conoce y es inevitable. Será arrasada y habrá llanto, dolor y luto. Respetuoso con la libertad llora su impotencia. Sabe que han decidido matarlo en la ciudad de sus desvelos y trabajos. A pesar de todo, Jerusalén vive eternamente como la ciudad santa donde el Redentor derramó su sangre para salvación del mundo. Y sigue siendo el símbolo de la reunión universal de la humanidad entera rescatada por su sangre. ¿Quién puede decir que conoce y acepta la venida del Señor? Las sugerencias del Espíritu pueden llegar de diversas partes y «el que a ustedes oye, es a mí a quien oye».
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Acepta, señor, los dones de tu pueblo y concede, que quienes celebramos el misterio de la inmensa caridad de tu Hijo, a ejemplo de santa Isabel, seamos confirmados en el amor a ti y a los hermanos. Por Jesucristo, nuestro señor.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf. Jn 15,13
No hay amor más grande que dar la vida por los amigos.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Alimentados con los sagrados misterios, te pedimos, Padre misericordioso, la gracia de imitar los ejemplos de santa Isabel, que te sirvió con incansable piedad y se entregó a tu pueblo con inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro señor.