ANTÍFONA DE ENTRADA Jer 29,11-12. 14
Dice el Señor: “Yo tengo designios de paz, y no de aflicción. Invóquenme y los escucharé y pondré fin al cautiverio de ustedes”.
ACTO PENITENCIAL
· Defensor de tus hermanos: Cuando no tomamos conciencia de nuestros dones y cualidades. Señor, ten piedad.
· Consuelo de los afligidos: Cuando no creemos en el valor de los pequeños gestos. Cristo, ten piedad.
· Fortaleza de los débiles: Cuando muchas veces somos negligentes y perezosos. Señor, ten piedad.
SE DICE GLORIA A DIOS
ORACIÓN COLECTA
Señor y Dios nuestro, concédenos vivir siempre con alegría bajo tu mirada, ya que la felicidad plena y duradera consiste en servirte a ti, fuente y origen de todo bien. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMER LECTURA
La mujer que describe el libro de los Proverbios, es un prototipo de servicio cotidiano, en la familia y en la sociedad.
Lectura del libro de los Proverbios 31,10-13. 19-20. 30-31
Una buena ama de casa, ¿quién la encontrará? Es mucho más valiosa que las perlas. El corazón de su marido confía en ella y no le faltará compensación. Ella le hace el bien, y nunca el mal, todos los días de su vida. Se procura la lana y el lino, y trabaja de buena gana con sus manos. Aplica sus manos a la rueca y sus dedos manejan el huso. Abre su mano al desvalido y tiende sus brazos al indigente. Engañoso es el encanto y vana la hermosura: la mujer que teme al Señor merece ser alabada. Entréguenle el fruto de sus manos y que sus obras la alaben públicamente.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
En la época en que es redactado este elogio a la mujer, los israelitas la consideran aún como una menor de edad. El muro de su casa es considerado como la defensa que la protege de influencias nefastas. A pesar de esto, la esposa judía no es de ningún modo la secuestrada que conocen otras culturas. Al menos en las familias acomodadas la mujer asume responsabilidades que permiten el desarrollo de una auténtica personalidad. Las cualidades de una mujer perfecta son: trabajadora, se interesa por los pobres, habla con sabiduría y bondad, se entrega por entero al esposo y a los hijos, que sólo pueden alabarla; el amor de Dios y del prójimo tienen morada en ella; teme a Dios. El sabio está convencido de la felicidad del hombre que posee este tesoro que lo acompaña en el camino de su vida.
SALMO Sal 112 7, 1-5
En consonancia con esta conducta, el salmo resalta nuevamente los sencillos goces de la vida familiar, para significar la felicidad de quienes siguen al Señor. Participamos de esta oración, aclamando:
¡Feliz quien ama al Señor!
Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. R.
Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.
¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén! R.
SEGUNDA LECTURA 1Tes 5, 1-6
San Pablo nos invita a vivir como “hijos de la luz” mientras esperamos el gran “Día del Señor”.
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: En cuanto al tiempo y al momento, no es necesario que les escriba. Ustedes saben perfectamente que el Día del Señor vendrá como un ladrón en plena noche. Cuando la gente afirme que hay paz y seguridad, la destrucción caerá sobre ellos repentinamente, como los dolores del parto sobre una mujer embarazada, y nadie podrá escapar. Pero ustedes, hermanos, no viven en las tinieblas para que ese día los sorprenda como un ladrón: todos ustedes son hijos de la luz, hijos del día. Nosotros no pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. No nos durmamos, entonces, como hacen los otros: permanezcamos despiertos y seamos sobrios.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
Cuando Pablo escribe esta página, que tiene por fin responder a la pregunta sobre cuándo vendrá el Señor, los evangelios aún no se escribían. Sin embargo, hallamos en ellos este modo de hablar. Tenemos, pues, la prueba de un magisterio oral, común en la Iglesia. La venida del Señor es comparable a la llegada de un ladrón, que no se sabe cuándo viene (cf. Mt 24,43; Lc 12,39). Y llega en el momento más inesperado; cuando estén diciendo ‘paz y seguridad” ya no habrá salida. Por tanto, la actitud más correcta de los hijos del día es la de la vigilancia en la sobriedad (cf. Mc 13,35-37; Ped 1,13; 4, 7; 5, 8 y Evangelio del 32° domingo, A). Desde los primeros cristianos hasta los Testigos de Jehová han sido muchos los que han anunciado y aguardado la inmediata venida del Señor. Pero no ha sucedido así Nadie sabe ni el cuándo ni el cómo llegará ese día. San Agustín responde diciendo: ‘Se oculta aquel día para que se observen todos”.
ALELUYA Jn 15, 4. 5
Aleluya. “Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes. El que permanece en mí da mucho fruto”, dice el Señor. Aleluya.
EVANGELIO Mt 25, 14-30
Nuestro servicio al Reino de Dios reclama que hagamos rendir los “talentos” que el Señor nos dio.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco. De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor. Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores. El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. “Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado”. “Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor”. Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: “Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado”. “Está bien, servidor bueno y fiel; ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor”. Llegó luego el que había recibido un solo talento. “Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido. Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!”. Pero el señor le respondió: “Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses. Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aún lo que tiene. Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes”.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
Mateo insiste aquí sobre el compromiso responsable de los cristianos, quienes son cooperadores de Dios en el cumplimiento de sus planes. Como un empresario que compromete su capital, Dios arriesga su Palabra, sus sacramentos, con fiándolos a nuestros cuidados, para que gestionemos una buena administración. Hoy leemos el Evangelio de la audacia, del riesgo, del ‘perderla vida, para conservarla”. El Maestro exige a sus discípulos audacia, valor, espíritu de aventura, y muchas veces la educación religiosa, fue una formación a la seguridad, a la prudencia, a la conservación. ¡Un don no se entierra!. Al rehusar el riesgo, el siervo que recibió un talento, se entierra a sí mismo y 0pta por la muerte. Cuando un cristiano ha aceptado dar su vida por el Reino, ha dado un paso importante y urgente. Así se explica que “el que pone la mano en el arado y mira hacia atrás”, no halla sino frustración y sentido de inutilidad.
SE DICE EL CREDO
ORACIÓN DE LOS FIELES
A cada intención, pedimos: Ayúdanos a dar mucho fruto.
· Para que la Iglesia pueda multiplicar el tesoro del Evangelio que Cristo le ha confiado. Junto a María oremos.
· Para que se asegure la igualdad de oportunidades educativas para todos y no se pierda ningún talento. Junto a María oremos.
· Para que los que padecen la tentación de la pereza, la negligencia, y el pesimismo “despierten” y pongan a fructificar los dones recibidos. Junto a María oremos.
· Para que todas las instituciones diocesanas y parroquiales se esfuercen al máximo por reflejar al “servidor bueno y fiel”. Junto a María oremos.
· Por los enfermos para que reciban el alivio en su enfermedad, consolados por el amor de Dios. Junto a María oremos. (nombrar)
· Por todos los difuntos que tanto amamos en su vida terrenal, para que el Señor les de la paz de la vida eterna. Junto a María oremos (nombrar)
(Añadir y/o sustituir intenciones, dando lugar a otras que reflejen las necesidades del momento y/o de la comunidad).
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS: El Señor nos ha colmado de dones. Por eso conscientes de haber recibido gratuitamente lo que somos y tenemos, presentemos al Señor el esfuerzo por producir mucho fruto.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, que esta ofrenda sea agradable a tus ojos, nos otorgue la gracia de servirte con amor, y nos obtenga los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DOMINICAL
Cristo nos llama a invertir nuestros talentos por el Reino. Por eso, junto al celebrante, demos gracias al Señor nuestro Dios, porque ha dejado su huella en el hombre y nos llama a cooperar en el proyecto de la creación.
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Sal 72, 28
Mi dicha es estar cerca de Dios, y poner mi refugio en el Señor.
COMUNIÓN: La eucaristía es el máximo don de Dios y anticipo del premio eterno para los servidores fieles. Con alegría, vayamos a la mesa del Señor.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Después de haber recibido los dones pascuales te pedimos humildemente, Señor, que la Eucaristía que tu Hijo nos mandó celebrar en su memoria aumente la caridad en todos nosotros. Él que vive y reina por los siglos de los siglos.
CANTO FINAL: Queridos amigos: Con alegría, por los talentos que a todos Dios nos ha dado, nos retiramos cantando