ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 85,1.3
Inclina tu oído, Señor, respóndeme; salva a tu servidor que en ti confía. Ten piedad de mí, Señor, que te invoco todo el día.
ACTO PENITENCIAL
- Tú eres el camino que nos conduce al Padre. Señor, ten piedad
- Tú eres la verdad que ilumina a los pueblos. Cristo, ten piedad
- Tú eres la vida que renueva al mundo. Señor, ten piedad
Se dice Gloria
ORACIÓN COLECTA
Señor Dios, que unes a tus fieles en una sola voluntad; concédenos amar lo que mandas y esperar lo que prometes, para que, en la inestabilidad del mundo presente, nuestros corazones estén firmes donde se encuentra la alegría verdadera. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
PRIMERA LECTURA Is 22, 19-23
Lectura del libro de Isaías.
Así habla el Señor a Sebná, el mayordomo de palacio: “Yo te derribaré de tu sitial y te destituiré de tu cargo. Y aquel día, llamaré a mi servidor Eliaquím, hijo de Jilquías; lo vestiré con tu túnica, lo ceñiré con tu faja, pondré tus poderes en su mano, y él será un padre para los habitantes de Jerusalén y para la casa de Judá. Pondré sobre sus hombros la llave de la casa de David: lo que él abra, nadie lo cerrará; lo que él cierre, nadie lo abrirá. Lo clavaré como una estaca en un sitio firme, y será un trono de gloria para la casa de su padre.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
En el pueblo de Israel, las luchas por el poder eran tremendas. Sin embargo, solo aquel que Dios reconociera como soberano podría gobernar al pueblo con integridad y justicia. Ese sería el Ungido (el Cristo) que Dios enviaría para realizar su obra.
SALMO Sal 137, 1-3. 6. 8
R. Tu amor es eterno, Señor.
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, te cantaré en presencia de los ángeles. Me postraré ante tu santo Templo y daré gracias a tu Nombre. R.
Daré gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad, porque tu promesa ha superado tu renombre. Me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma. R.
El Señor está en las alturas, pero se fija en el humilde y reconoce al orgulloso desde lejos. Tu amor es eterno, Señor, ¡no abandones la obra de tus manos! R.
SEGUNDA LECTURA Rom 11, 33-36
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
¡Qué profunda y llena de riqueza es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus designios y qué incomprensibles sus caminos! “Quién penetró en el pensamiento del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le dio algo, para que tenga derecho a ser retribuido?”. Porque todo viene de Él, ha sido hecho por Él, y es para él. ¡A Él sea la gloria eternamente! Amén.
Palabra de Dios.
COMENTARIO
La reflexión de Pablo sigue siendo una enseñanza para cada uno de nosotros. No podremos entender a Dios, no podremos entender sus caminos, no podremos investigar sus proyectos. Muchos han intentado explicar con razonamientos quién es él y cómo actúa, sin embargo, ahí sigue Dios, más allá de los conceptos y nuestras formas de querer explicarlo.
ALELUYA Mt 16, 18
Aleluya. Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Aleluya.
EVANGELIO Mt 16, 13-20
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Al llegar ala región de Cesárea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”. Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”. “Y ustedes”, les preguntó, “¿quién dicen que soy?”. Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”. Entonces ordenó severamente a sus discípulos que no dijeran a nadie que Él era el Mesías.
Palabra del Señor.
COMENTARIO
La pregunta de Jesús a sus discípulos no es ociosa. Había muchas expectativas sobre el Mesías que habría de venir. Jesús no responde a ninguna de ellas en forma plena. Y Pedro tiene la gran intuición e inspiración divina como para ir más allá de las expectativas populares. Pudo trascender lo que esperaba el pueblo, como para reconocer lo que Dios revelaba en Jesús.
Se dice el Credo
ORACION UNIVERSAL
S. Ejerciendo nuestro sacerdocio bautismal, elevemos nuestra oración al Padre por toda la humanidad.
· Por el Papa, los obispos, los sacerdotes, los diáconos, por todos los que tienen un ministerio en la Iglesia, - Que estén sólidamente establecidos sobre Cristo Jesús. Él sólo es la piedra angular.
· Por los que gobiernan las naciones. - Que cada uno sea, como el rey Eliaquím, (Is 22,20) un padre por su pueblo.
· Por los que son aplastados por las dificultades de la vida cuando los designios del Señor parecen insondables. (Rom 11,33) - Que sepan acoger la voluntad del Señor que siempre es una voluntad de amor.
· Por nuestra comunidad que reúne tu amor. - Que nos dejemos guiar como Pedro, no por la carne y la sangre, sino por el Espíritu que viene del Padre. (Mt 16,17)
· Por cada uno de nosotros - Que sepamos darte gracias de todo corazón en todas circunstancias, que cantemos en presencia de los ángeles. (Sal 137,2)
S. De todo corazón, te damos gracias, Dios nuestro Padre por tu amor y tu fidelidad manifestados en tu Hijo Jesús. (Sal 137,1) Todo viene de ti, todo ha sido hecho por ti y es para ti. A ti sea la gloria eternamente. (Rom 11,36)
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Señor, que en el sacrificio único de Cristo, te has adquirido un pueblo de hijos, sé bondadoso con nosotros y concede a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
PREFACIO DOMINICAL
ANTÍFONA DE COMUNIÓN Cf r. Sal 103,13.14.15
Señor, la tierra se sacia con el fruto de tus obras: el pan que sale de la tierra y el vino que alegra el corazón del hombre.
O bien: Cfr. Jn 6, 54
Dice el Señor: el que come mi carne y bebe mi sangre, tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Padre nuestro, realiza plenamente en nosotros la obra de tu misericordia, y concédenos tu gracia para que podamos agradarte en todo. Por Jesucristo, nuestro Señor.