Lecturas
Lunes 27 de Junio del 2011
Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (18,16-33):
Cuando los hombres se levantaron de junto a la encina de Mambré, miraron hacia Sodoma; Abrahán los acompañaba para despedirlos.
El Señor pensó: «¿Puedo ocultarle a Abrahán lo que pienso hacer? Abrahán se convertirá en un pueblo grande y numeroso, con su nombre se bendecirán todos los pueblos de la tierra; lo he escogido para que instruya a sus hijos, su casa y sucesores, a mantenerse en el camino del Señor, haciendo justicia y derecho; y así cumplirá el Señor a Abrahán lo que le ha prometido.»
El Señor dijo: «La acusación contra Sodoma y Gomorra es fuerte, y su pecado es grave; voy a bajar, a ver si realmente sus acciones responden a la acusación; y si no, lo sabré.»
Los hombres se volvieron y se dirigieron a Sodoma, mientras el Señor seguía en compañía de Abrahán.
Entonces Abrahán se acercó y dijo a Dios: «¿Es que vas a destruir al inocente con el culpable? Si hay cincuenta inocentes en la ciudad, ¿los destruirás y no perdonarás al lugar por los cincuenta inocentes que hay en él? ¡Lejos de ti tal cosa!, matar al inocente con el culpable, de modo que la suerte del inocente sea como la del culpable; ¡lejos de ti! El juez de todo el mundo, ¿no hará justicia?»
El Señor contestó: «Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos.»
Abrahán respondió: «Me he atrevido a hablar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza. Si faltan cinco para el número de cincuenta inocentes, ¿destruirás, por cinco, toda la ciudad?»
Respondió el Señor: «No la destruiré, si es que encuentro allí cuarenta y cinco.»
Abrahán insistió: «Quizá no se encuentren más que cuarenta.»
Le respondió: «En atención a los cuarenta, no lo haré.»
Abrahán siguió: «Que no se enfade mi Señor, si sigo hablando. ¿Y si se encuentran treinta?»
Él respondió: «No lo haré, si encuentro allí treinta.»
Insistió Abrahán: «Me he atrevido a hablar a mi Señor. ¿Y si se encuentran sólo veinte?»
Respondió el Señor: «En atención a los veinte, no la destruiré.»
Abrahán continuó: «Que no se enfade mi Señor si hablo una vez más. ¿Y si se encuentran diez?»
Contestó el Señor: «En atención a los diez, no la destruiré.»
Cuando terminó de hablar con Abrahán, el Señor se fue; y Abrahán volvió a su puesto.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 102
R/. El Señor es compasivo y misericordioso
Bendice, alma mía, al Señor,
y todo mi ser a su santo nombre.
Bendice, alma mía, al Señor,
y no olvides sus beneficios. R/.
Él perdona todas tus culpas
y cura todas tus enfermedades;
él rescata tu vida de la fosa
y te colma de gracia y de ternura. R/.
El Señor es compasivo y misericordioso,
lento a la ira y rico en clemencia;
no está siempre acusando
ni guarda rencor perpetuo. R/.
No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
Como se levanta el cielo sobre la tierra,
se levanta su bondad sobre sus fieles. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (8,18-22):
En aquel tiempo, viendo Jesús que lo rodeaba mucha gente, dio orden de atravesar a la otra orilla.
Se le acercó un escriba y le dijo: «Maestro, te seguiré adonde vayas.»
Jesús le respondió: «Las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza.»
Otro, que era discípulo, le dijo: «Señor, déjame ir primero a enterrar a mi padre.»
Jesús le replicó: «Tú, sígueme. Deja que los muertos entierren a sus muertos.»
Palabra del Señor
Comentario al Evangelio del Lunes 27 de Junio del 2011
Fernando Gonzalez
Queridos amigos y amigas:
El diálogo entre Abrahán y el Señor a propósito de la destrucción de Sodoma se parece mucho al que podemos oír en cualquier zoco de una ciudad árabe de Oriente Medio. Es como una negociación. El objetivo del relato es claro: mostrar, como canta el salmo responsorial de hoy, que el Señor es compasivo y misericordioso. Abrahán representa al creyente que sabe negociar con Dios, que no tira la toalla, que insiste. Puede parecernos un recurso demasiado antropomórfico para nuestra mentalidad actual, pero pone de relieve algo que la sensibilidad religiosa de hoy está evaporando: el carácter personal de Dios. Su misericordia no es una fuerza anónima, sino un amor que crea relaciones personales, que nos implica, que provoca nuestra búsqueda.
Los dichos de Jesús sobre su seguimiento acentúan la radicalidad. Quien le sigue debe vivir como él (sin la seguridad que dan las posesiones) y debe mirar siempre hacia delante (sin dejarse atrapar por lo que está muerto).
Vuestro hermano en la fe:
Fernando Gonzalez
Liturgia Viva
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Nosotros tenemos parte en los pecados del mundo,
en las injusticias y en la falta de amor,
tantas veces por nuestro silencio y cobardía.
Haznos conscientes de que tú también nos llamas
a elevar este mundo por encima de sí mismo
proclamándole la Buena Nueva
de tu Hijo Jesucristo.
Y para hacer creíble este mensaje de esperanza
ayúdanos a vivirlo consistentemente,
para que la gente se percate
de que tú eres nuestro Dios
de justicia, amor y paz,
ahora y por los siglos de los siglos.
Intenciones
- Señor, queremos seguirte, pero ¿tenemos que renunciar realmente a nuestros seres más queridos? Danos valor y fortaleza. Oremos.
- Señor, nos acordamos también de los que te siguen por el camino de la cruz: los enfermos, los discapacitados, los afligidos y los que sufren en cualquier forma. Dales valor y fortaleza. Oremos.
- Señor, tú conoces por experiencia cuánto cuesta a una persona responder cabalmente a tu llamada. Danos valor y fortaleza y sé tú nuestro guía. Oremos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Por estos signos de pan y vino
recordamos que tu Hijo nos ha llamado
a hacer un nuevo comienzo con él.
Danos la fuerza
para ir con él hasta el fin
en el camino de la vida.
Que nos unamos a él en la ofrenda de sí mismo
no solo con palabras, aquí en la eucaristía,
sino sobre todo con obras
en la vida real de cada día,
para que un día
podamos vivir con él para siempre,
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Te damos gracias por Jesús
y por el mensaje de su Evangelio.
Aparta de nosotros el miedo
de tener que estar disponibles
para ti y para nuestro prójimo,
como Jesús nos exige en su mismo evangelio.
Danos el valor
de ser suficientemente radicales
para comprometernos a servir,
de tal forma que seamos así verdaderos discípulos
de Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
"Sígueme", dice Jesús. Tenemos que dejar atrás todo lo que no esté en conformidad con su mensaje. Esto se aplica no solo a religiosos, sacerdotes y misioneros, sino a todos los cristianos.. Tenemos que entender y aceptar que el evangelio es radical y nos pide a veces tomar decisiones que sobrepasan los lazos familiares y todo lo que nos es tan querido.
Que Dios os dé este coraje y valor, y que abundantemente les bendiga, el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo.